La publicidad de nuevos productos en el cine no surte efecto cuando los espectadores comen palomitas. Ese es el resultado de un estudio realizado por investigadores de Wurzburgo. La explicación: determinadas impresiones estimulan la imitación en el cérebro. Quién mira un cuadro, reproduce en su interior las pinceladas del pintor.
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Y quién escucha el nombre de un producto nuevo, trata de repetirlo en silencio. No obstante eso no es posible cuando se están masticando palomitas. La consecuencia es que los nuevos términos no se graban en la memoria. Algo que debería alertar a la industria publicitaria.