No es necesario ser un profesional de la escalada para alcanzar la cruz que corona la cima de la Zugspitze, a 2.962 metros de altura. Cada año, el tren cremallera lleva cómodamente y con seguridad a un cuarto de millón de turistas hasta la montaña más alta de Alemania. Desde su cumbre se pueden contemplar más de 400 cimas alpinas. A tan solo 8 kilómetros en línea recta, la montaña Alpspitze atrae a senderistas con su mirador flotante Skywalk AlpspiX, que se puede alcanzar con el teleférico. La región de Zugspitze está repleta de retos para escaladores y senderistas. Eso sí, es necesario un paso seguro y no tener miedo a las alturas. Para la vía ferrata es imprescindible el uso del cinturón de escalador, cuerda y casco. Los que prefieran sobrevolar las cumbres, pueden reservar un vuelo en avión ultraligero con los pilotos de Werdenfelser.