Lampedusa: el campo sin refugiados
20 de octubre de 2009
Cuando se escuchaba hasta ahora el nombre de Lampedusa, se le relacionaba directamente con imágenes de refugiados hacinados en el la isla. Hasta hace poco todos los inmigrantes ilegales que llegaba por mar a Italia pasaban inevitablemente durante unos días, o unas semanas, en Lampedusa. Más de 31.000 personas el año pasado. Ahora el campo de refugiados de Imbriacola está completamente vacío. A principios de junio se desalojó y trasladó a los últimos refugiados. Desde entonces no se encuentra ni uno solo en toda Lampedusa.
Surrealismo a la italiana
Paola Silvino, vice encargada del campo de refugiados, habla de "surrealismo total", al recordar que hasta hace poco había días en los que se hacinaban ahí hasta 1500 personas. En el mes de octubre de 2008 se registró la cifra récord de más de 2000 personas.
Aún cuando la causa es conocida, Silvino no quiere explicar por qué hay ausencia de refugiados. El ministro del Interior, Roberto Maroni, de la ultraderechista Liga Norte, hace interceptar, desde mayo pasado, a los inmigrantes en alta mar y los hace transportar a Libia, sin que tengan la posibilidad de hacer una solicitud de asilo. Italia viola así las leyes de la Convención de Refugiados de Ginebra.
Lampedusa es uno de los puntos neurálgicos de la inmigración. Si desde esta isla no se reciben imágenes e información sobre inmigrantes querría decir que no hay inmigrantes. Un éxito para Roberto Maroni.
Pero los inmigrantes ilegales siguen llegando. No tanto como en años pasados, pero siguen llegando a Italia, sólo que ahora son transportados a Puerto Empédocle en Sicilia o a otros campamentos, si es que no son repatriados inmediatamente.
El personal espera
Los trabajadores del centro de recepción de Lampedusa por lo demás siguen trabajando normalmente. Están siempre en estado de alerta y el personal trabaja todos los días, desde la administración y el personal especializado hasta los trabajadores sociales. No ha cambiado nada, garantizan su servicio, o su servicio potencial puesto que por el momento no hay inmigrantes.
Otra de las posibles causas tras el esfuerzo de sacar a Lampedusa de la mira de la inmigración, podrían ser las protestas de los habitantes de la isla. El gobierno se había comprometido a principios de año a mantener a todos los refugiados en la isla hasta que fueran deportados. Los habitantes de Lampedusa se manifestaron en contra. El 18 de febrero se registró una revuelta en el campamento: los inmigrantes quemaron colchones y prendieron fuego al campamento, el edificio principal se incendió por completo.
Mientras tanto los daños han sido reparados. Paola Silvino explica que el edificio se encuentra en su estado original y que los trabajos de remodelación han sido casi finalizados, aunque en el futuro inmediato previsiblemente se quede inhabitado. En el campo de refugiados de Lampedusa hay lugar oficial para 850 personas. Silvino desconoce por cuánto tiempo permanecerá vacío, si será cerrado o vuelto a utilizar.
Los planes para la construcción de un segundo campo en un cuartel de armada abandonado en una de las puntas de la isla han sido suspendidos, aunque no oficialmente.
Autor: Stefan Troendle/Claudia Herrera Pahl
Editor: Emilia Rojas