La religión es tabú en el carnaval 2006

"La caravana sigue su camino, el sultán tiene sed", cantan desde hace años, a voz en cuello, los carnavaleros, que siguen la huella de la cerveza y la música en estos días de locura colectiva, agarrando a besos a quien se les atraviese por el camino. Es carnaval y todo está permitido... ¿Todo? Bueno, casi todo. O más bien casi nada, si nos circunscribimos al terreno religioso, en que los sentimientos pueden herirse con tanta facilidad en estos días.

Carnaval sin Mahoma

La locura renana de carnaval hace un alto este año ante las susceptibilidades confesionales, sobre todo tratándose de las musulmanas, exacerbadas por la pugna en torno a las caricaturas de Mahoma. Ciertamente, en la "caravana" variopinta de personajes estrafalarios no pueden faltar los militares prusianos en atuendo de gala del siglo XIX, ni los indios, los payasos y los piratas... o los sultanes y odaliscas, que se balancean alegremente al son de las clásicas canciones de carnaval. Pero hasta ahí llega el asunto. Nadie quiere echar más carbón a la hoguera, y menos los encargados de los grandes desfiles del Rosenmontag (el "Lunes de las rosas" -punto culminante de la fiesta), cuyos carros alegóricos suelen sacarle punta a la contingencia política nacional e internacional.

El Comité del Carnaval de Düsseldorf, conocido por sus cáusticos comentarios del acontecer, aseguró a priori que esta vez "no habrá ninguna sátira crítica del Islam". En vista de los riesgos de seguridad, el tema es "demasiado peliagudo". Jacques Tilly, encargado de la construcción de los carros alegóricos de Düsseldorf, había causado varias veces polémica al utilizar motivos religiosos. Sin embargo, aunque admite haber hecho algunos bocetos irreverentes relacionados con las caricaturas, ahora llama al recato. "Naturalmente no mostraremos imágenes de Mahoma", señaló, argumentando que "de otra forma, se empujaría a los musulmanes moderados al bando de los extremistas".

Sátira Papal censurada

También el jefe del desfile de Colonia aseguró que el lunes no se abordará el delicado tema en los carros alegóricos. Lo mismo opinó el presidente de la comisión carnavalera de Aquisgrán. En Maguncia la postura resulta idéntica. Más aún: los organizadores no ven con buenos ojos ningún tipo de disfraz religioso. Y esto vale no sólo para los musulmanes, sino para todos, aunque las tiendas sigan vendiendo trajes de monjas o hasta de Papa, en módicas versiones de polyester, al alcance de cualquier bolsillo.

Pero con la religión no se juega en este 2006. Tampoco con la católica, por lo visto. Tanto es así que hasta el canal de televisión regional de Renania del Norte Westfalia (WDR), el gran bastión carnavalero, se ha puesto severo. En una sesión de carnaval realizada en Colonia, el programa incluía una escena satírica en que se veía al Papa y al cardenal Joachim Meisner muy acaramelados. La imagen no se incluirá en una transmisión de la velada por las pantallas del WDR. Además, un particular presentó una denuncia por "alteración de la paz religiosa" y la fiscalía está investigando el caso. Así es que ¡cuidado! Habrá que conformarse con burlarse de otros personajes más mundanos. Pero no es problema: el mundo de la política ofrece material de sobra.