La inquietud moral de Kieślowski
El director polaco Krzysztof Kieślowski nació hace 75 años, fue un maestro del pensamiento complejo del cine. Con sus últimas películas conquistó a un amplio público.
Trilogía de los 3 colores
El mundo cinematográfico quedó en shock en 1996 cuando se supo la noticia de la muerte de Kieślowski en una operación al corazón. El director polaco fue uno de los realizadores más famosos e influyentes en esos años. No sólo en Europa. Colegas como Quentin Tarantino y Stanley Kubrick se contaban entre sus fans. “Tres colores: rojo” sería su última película en 1994.
El azar
Kieślowski, que venía del mundo de los documentales y la televisión, comenzó a montar películas a mediados de los 70. Sus primeros trabajos se centraban todavía en documentales sobre la crítica social. Pero su película “El azar” (1981) demostró que vendrían más filmes de una escala filosófica compleja que exigen al espectador.
Sin fin
Su película “Sin fin” se filmó en 1985 y aborda los años de la ley marcial en su país (1983-1985). La obra describe la vida cotidiana de la viuda de un abogado de la firma Solidarność, que aparece como fantasma en la película. Al final, para la mujer sólo hay una salida: el suicidio. Una cinta pesimista, con la consiguiente pregunta de cómo plantearse el propio pensamiento sobre la vida.
Una película corta sobre matar
Después Kieślowski trabajó tres años intensamente en un filme de diez partes llamado “Decálogo”, relacionado con los diez mandamientos. Dos de esas películas tuvieron una versión más larga en el cine. La exposición de la pena de muerte en una de las películas cortas fue chocante para todos. “Decálogo” hizo conocido mundialmente a este director.
Decálogo, una obra de arte
La carga católica de la ascendencia polaca del director alcanza todos los ámbitos sociales, penetrando su cosmos fílmico. Stanley Kubrick fue un admirador de la serie y escribió sobre la relación de los filmes con su correspondiente tema: “Lo que hace es brillante, mantiene siempre las ideas ocultas y mucho más tarde se revela cuán profundas están en nuestros corazones”.
La doble vida de Verónica
Luego del enorme éxito del “Decálogo”, Kieślowski se convirtió en un director muy solicitado en occidente. Su próximo trabajo se realizó con dinero francés y estrellas internacionales. El filme “La doble vida de Verónica”, con Irène Jacob, se rodó en 1991. Uno de los grandes admiradores de esta película fue Quentin Tarantino.
La trilogía de los 3 colores
Entre los años 1991 y 1994 el director rueda el filme tríptico bajo el nombre de “Trilogía de los tres colores”, que tomó los colores de la bandera de Francia y los valores de la revolución francesa. En la primera parte, "Azul", la libertad, trabajó con la estrella femenina del cine francés Juliette Binoche. La película se convirtió en un gran éxito comercial.
Tres colores: blanco
En la segunda parte de la trilogía, Kieślowski trabaja su pensamiento sobre la igualdad. Se ve a un matrimonio que actúa entre el amor y el sexo, entre el dinero y el poder. En “tres colores: blanco” el director mostró su talento para la comedia. Esta cinta ganó el premio del Oso de Plata a la mejor película en el Festival de Berlín en 1994.
El legado de Kieślowski
Después de su último trabajo, “Tres colores: rojo” circularon rumores que decían que Kieślowski dejaría de hacer películas. Sin embargo, el director tenía varios guiones trabajados y probablemente también filmaciones. Al principio de 1996 Kieślowski murió durante una cirugía cardíaca. Otros directores grabaron sus guiones, como Tom Tykwer, que hizo “Cielo” con Cate Blanchett en el rol principal.