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La guerra, un caldo de cultivo para enfermedades infecciosas

Gudrun Heise
15 de marzo de 2022

Muchos refugiados ucranianos están debilitados y corren mayor riesgo de contraer enfermedades infecciosas, entre las que COVID-19 no sería la única posible.

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Deutschland | Ukraine Krieg | Geflohene in Hamburg
Imagen: Marcus Brandt/dpa/picture alliance

Más de 2,5 millones de personas habían huido de Ucrania hasta este 14 de marzo de 2022. La mayoría se dirigió a Polonia. Le siguen en la lista Hungría, Eslovaquia y Rumania. Muchos requieren con urgencia asistencia médica. Y también vacunas.

COVID-19, en primer lugar

Las vacunas contra COVID-19 están en el primer lugar de las prioridades de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Centro Europeo de Prevención de Epidemias (ECDC).  Según el portal de Our World in Data, solo cerca de un 35,6 por ciento de la población ucraniana ha sido vacunado contra el coronavirus, la mayoría con Sputnik V o el inmunizante chino Sinopharm. Ninguno de los dos está autorizado en la Unión Europea, lo que significa que en su territorio se los considera no vacunados y se recomienda inmunizarlos.

La OMS aconseja que también la población de los países de acogida esté plenamente vacunada y que los refugiados ucranianos se incorporen a los programas masivos y rutinarios de vacunación, por ejemplo, contra COVID-19, poliomielitis, sarampión y rubeola.

 Viejas y nuevas vacunas

Debido a la pandemia de coronavirus, muchas otras vacunas han caído casi en el olvido. Pero también son importantes. Entre ellas se cuentan las que protegen contra la hepatitis B, los meningococos, los neumococos, la varicela, la tuberculosis o la gripe.

En Ucrania, tras COVID-19, figuran en la lista de prioridades las vacunas contra la difteria, la hepatitis B, el sarampión y la poliomielitis. De acuerdo con la ECDC, entre el 80 y el 85 por ciento de los ucranianos están vacunados contra dichas enfermedades infecciosas. En el caso del sarampión, la inmunización se mantiene durante toda la vida. Pero ese 20 por ciento que no está vacunado carece de protección y podría contagiarse y propagar la enfermedad.

Infografik Wohin die Menschen aus der Ukraine fliehen (14.3.2022) ES

Mapa activo del sarampión

El sarampión no es solo una enfermedad infantil. La provoca un patógeno del género morbillivirus y se transmite de persona a persona. Causa fiebre, tos e inflamación de las mucosas. Posteriormente aparecen las típicas manchas rojas en la piel. Un 10 por ciento de los pacientes sufre complicaciones.

Una infección de sarampión puede llegar al cerebro y ocasionar graves secuelas neurológicas. Eso ocurre en aproximadamente uno de cada mil casos. Y, de los así afectados, entre el 10 y el 20 por ciento puede morir. Entre un 20 y un 30 por ciento puede sufrir secuelas como debilidad mental.

A mediados de 2022 se registraron en el ámbito de la UE y del Espacio Económico Europeo 11 nuevos casos de sarampión: ocho en Alemania, uno en Irlanda y dos en Polonia.

Crece el temor a la poliomielitis

Más del 84 por ciento de la población de Ucrania está vacunado contra la poliomielitis. Pero, para una protección plena, se requiere aplicar una vacuna de refuerzo cada diez años. La poliomielitis es altamente contagiosa y afecta sobre todo a los niños. Pero también los adultos que no han sido vacunados pueden contagiarse.

Los primeros síntomas de la enfermedad, que por lo general se transmite por contacto, son fiebre, náuseas y dolor de cabeza. Suele producir parálisis, sobre todo en las piernas. En casos extremos, también pueden verse afectados el cerebro o la médula espinal. Y eso puede provocar la muerte.

La poliomielitis estaba muy extendida hasta la década de 1960. Actualmente, todavía está presente en Afganistán, Pakistán y Nigeria. A comienzos de este año, también fue detectado un poliovirus tipo 3 en un niño pequeño en la zona de Jerusalén. El 10 de marzo, la Iniciativa Global para la Erradicación de la Poliomielitis informó de la presencia de polio tipo 3 en Israel y en los territorios palestinos ocupados.

(ers/rml)