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La encrucijada de Haití

1 de marzo de 2004

La caída del presidente Jean Bertrand Aristide y su salida de Haití encuentran profuso eco hoy en la prensa europea, que destaca en sus comentarios la precaria situación en que se encuentra el país.

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Rebeldes haitianos celebran la partida de Aristide.Imagen: AP

El diario económico alemán Handelsblatt opina: "El presidente Aristide ha abandonado Haití. (...) Esa es la buena noticia. La mala es que, con la huida de Aristide no se perfila el fin de la violencia en la isla caribeña. La idea de que los rebeldes triunfantes se conviertan en los nuevos gobernantes del país resulta terrorífica. Por eso, el mayor peligro emana de la actual anarquía imperante en el país. El establecimiento de un orden político y de un marco democrático más o menos estable no será posible sin ayuda extranjera. En la misma medida en que Estados Unidos y Francia -en cuanto antigua potencia colonial- contemplaron cómo Haití se encaminaba al colapso estatal durante los últimos meses y semanas, tienen ahora la obligación de ayudar a la reconstrucción política."

Intervención de largo aliento

En Viena, el periódico Kurier, comenta en estos términos la salida del presidente haitiano : "Esa triste figura, corrompida por el poder, asumió las consecuencias de los disturbios y abandonó el país. Pero la renuncia de Aristide al trono presidencial no es más que un primer paso. Sus detractores armados, a todas luces, no son aptos para gobernar. Tampoco la oposición. Una vez más llega el momento de una intervención extranjera. Pero deberá ser una de más largo aliento, si no se quiere volver a enfrentar en el 2014 los mismos problemas de hoy."

Carencia de instituciones

El diario español El Mundo destaca la falta de estructuras sólidas en el país caribeño y comenta: "La retirada del presidente electo de Haití, Jean Bertrand Aristide, probablemente haya evitado un baño de sangre. Pero implica también que una vez más ha tenido éxito un levantamiento violento en América Latina. Para Haití fue ya el número 33 en sus 200 años de historia. Haití no tiene líderes fuertes, ni instituciones que merezcan el nombre de tales, aparte de la Iglesia Católica. El país necesitará por un tiempo prolongado una fuerte presencia de tropas extranjeras. Sólo así se podrá evitar que se convierta en otro agujero negro en el mapa del mundo."

Los problemas de Bush

La Repubblica, de Roma, subraya que Haití constituye un nuevo dolor de cabeza para el presidente estadounidense, George W.Bush. "Pese a la catástrofe, Haití está demasiado cerca de las costas estadounidenses y es por ello demasiado importante como para darle la espalda y dejarlo librado a su suerte. También el presidente Bush se ve forzado, tras largas vacilaciones, a incluir esta crisis en la lista de los muchos 'problemas de seguridad interior'. A lo que más teme la Casa Blanca es al peligro de que la isla pueda convertirse en un corredor de tráfico de drogas en dirección a Estados Unidos, si queda en manos de rebeldes como Guy Philippe. Además está el problema de los refugiados que, en el caso de que Haití se suma en el caos y la anarquía, podrían convertirse en una legión que intente ingresar ilegalmente a Estados Unidos."