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Wolfgang Melzer, director de ventas de la empresa, viaja por todo el mundo. La compañía exporta el 80% de su producción. En tiempos de la RDA, las grúas gozaban de demanda internacional y se enviaban por miles no sólo a la Unión Soviética, sino también a Brasil y Argentina, a cambio de café o mineral de hierro. También el puerto de Hamburgo hacía pedidos a la empresa del otro lado del Muro. Tras la caída de éste, las factorías orientales se fusionaron con el fabricante de grúas especiales Kocks de Bremen. Los gerentes occidentales lograron conservar los mercados de la época comunista y adaptar los procesos y tecnologías a la economía de mercado.