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En una casa inteligente, o en inglés "Smart Home", el teléfono es el dispositivo de control por excelencia: puede apagar la luz del baño si uno lo ha olvidado al salir de casa o encender la calefacción para que esté la casa caliente cuando llegue. Los electrodomésticos modernos ya piensan por sí mismos y con frecuencia van un paso por delante del hombre. En Stuttgart, un empleado de IBM vive en una de estas casas.