Durante años fue una de las jugadoras más exitosas en el terreno masculino del mundo del póquer. Katja Thater, por su estrategia agresiva, se ganó el apodo "Lady Horror". Pese a sus logros, la jugadora de Hamburgo abandonó los torneos de póquer dos años atrás para dedicarse, no con menos ambición, a su segunda pasión: la cría de caballos.