Ir al colegio en tiempos de guerra
En los países de Medio Oriente en guerra, los niños no solo están en peligro, sino que a menudo su educación está perjudicada.
Las clases siguen a pesar de la destrucción
Estas niñas van a clase en la ciudad portuaria de Hedeidah, en Yemen, a pesar del hecho de que una de las paredes ha sido casi completamente destruida por los bombardeos de la coalición que encabeza Arabia Saudí. La guerra civil yemení lleva ya tres años y no hay fin a la vista. Desde 2015, Riad lidera una coalición contra los houthis, apoyados por Irán.
Aprender en un granero
Siria es otro país de Medio Oriente destrozado por una guerra civil, con millones de desplazados y cientos de miles de muertos. Algunos niños desplazados van a clase en este granero por la falta de edificios escolares en el área rebelde de Daraa, en el sur del país. Las sillas son otra de las carencias más comunes, por lo que muchos niños se ven obligados a sentarse sobre piedras.
Acuerdo fallido
Pese a que Irán y Rusia, ambos aliados del presidente sirio, Bashar al-Assad, acordaron en julio con Turquía (que apoya a los rebeldes) convertir Ghouta Oriental en una "zona de reducción de las hostilidades", el acuerdo ha sido violado una y otra vez. Esta escuela del pueblo de Hamouria no pudo escapar de los ataques y los trabajadores humanitarios han advertido de la grave situación del enclave.
Colegio improvisado
Niños sirios reciben clase en condiciones improvisadas en la ciudad de Daraa, en el área rebelde. A pesar de que muchos países están intentando que los niños de Siria no se conviertan en una "generación perdida" por la falta de educación, la guerra está haciendo difícil, a veces imposible, que las clases sigan.
Vuelta a la normalidad entre señales de guerra
La pared de esta escuela en el pueblo sirio de Hazima, al norte de Raqqa, está plagada de agujeros de bala de la guerra. El grupo extremista Estado Islámico cerró este y muchos otros colegios del norte de Siria cuando se hizo con el control de la región en 2014. Ahora que ha sido expulsado, los niños pueden volver a sus asignaturas normales y dejar atrás la propaganda extremista.
Juegos entre ruinas
"¿Dónde juegan los niños?", se preguntaba en una canción el cantante británico Yusuf Islam, más conocido por su nombre artístico, Cat Stevens. Estos niños han encontrado su patio de juegos en un colegio de al-Saflaniyeh, en la provincia de Alepo oriental. Cualquiera desearía, sin embargo, que tuvieran un rincón más bonito y seguro para sus juegos. Autor: Timothy Jones (EAL/RRR)