Hungría: ¿fuerte giro a la derecha?

Cuando en Hungría se inauguran con bombos y platillos carreteras a medio hacer, se puede estar seguro de que se aproximan elecciones. Efectivamente, este domingo los húngaros acudirán a las urnas. Todo parece indicar que la extrema derecha puede desempeñar un papel alarmantemente decisivo.

Fue así que el primer ministro socialista Gordon Bajnai inauguró la semana pasada la nueva vía de Budapest a Pecs, capital cultural europea este año, en un acto salvado en el último momento por una "autorización de funcionamiento provisoria" emitida por un benigno funcionario de tránsito.

Pero esta vez parece que ni siquiera esa hiperactividad tiene garantizados sus frutos: tras ocho años en el poder, todo indica que el Partido Socialista Húngaro (MSZP) sufrirá un duro revés en las elecciones parlamentarias de este domingo.

Las encuestas coinciden en que esa fuerza cuenta sólo con un apoyo de entre un 17 y un 21 por ciento y predicen un triunfo seguro de la Alianza de Jóvenes Demócratas (FIDESZ), conservadora de derecha, del ex primer ministro Viktor Orban, que ya asumió el gobierno por cuatro años en 1998, cuando sólo tenía 35 años.

FIDESZ obtendrá entre un 55 y un 59 por ciento de los votos, según los sondeos, con lo que incluso podría tener en el nuevo Parlamento una mayoría de dos tercios necesaria para modificar la Constitución.

La extrema derecha puede desplazar del segundo puesto a los socialistas

Los socialistas corren el riesgo de ceder incluso el segundo puesto a favor del partido de extrema derecha Jobbik (Los mejores), al que las encuestas pronostican entre un 16 y un 18 por ciento de respaldo.

El dato genera escalofríos a muchos que ven en esta fuerza una amenaza para la democracia húngara. El partido liderado por jóvenes políticos radicales y mediáticos suele arremeter contra los gitanos y plantear abstrusas teorías conspirativas antisemitas. También tiene su propia formación paramilitar, la Guardia Húngara, ya prohibida en los juzgados pero aún muy presente en todo el país.

Entre tanto, no es seguro que otros partidos superen el mínimo de un cinco por ciento de los votos necesario para obtener representación en el Parlamento.

Liberales de derecha, con las mejores posibilidades

El Foro Democrático Húngaro (MDF), liberal de derecha, parte con las mejores posibilidades liderado por el ex ministro de Finanzas Lajos Bokros. También podría lograrlo la fuerza de izquierda ecológica LMP (iniciales de "La política puede ser diferente"). La Alianza de Demócratas Libres sigue su caída tras abandonar hace dos años la coalición con el MSZP.

Bajo el liderazgo de los antecesores de Bajnai, Peter Medgyessy y Ferenc Gyurcsany, los socialistas fracasaron en el reto de modernizar el país. El famoso discurso en el que Gyurcsany admitió las mentiras de su gobierno y concedió que no había logrado nada constructivo desencadenó en 2006 varias semanas de protestas callejeras.

Viktor Orban, que desde la oposición no tuvo problemas en coquetear con el populismo, afrontará en un posible nuevo gobierno la presión por las enormes expectativas de su creciente base de derecha.

Y también la incómoda competencia de los Jobbik, que seguirán apostando por las consignas radicales y las movilizaciones para robarle partidarios descontentos y hacerle la vida un poco más difícil.

PK/dpa