Publicidad
Debido a los yacimientos naturales, las aguas subterráneas de muchos países europeos contienen metales pesados. Hungría, Serbia y Croacia son los más afectados. Pero precisamente en Hungría, muchas comunidades pobres no pueden permitirse perforar capas más profundas de agua. Hace años que la Unión Europea exige que se modifique el derecho fundamental al agua potable, pero los alcaldes de las poblaciones afectadas y el gobierno del país prefieren ignorarlo antes que buscar una solución.