A los inversionistas les llueve el dinero: a comienzos del próximo año las empresas alemanas aumentarán notablemente el reparto de dividendos a los accionistas, especialmente las empresas que operan a nivel internacional. Es una de las consecuencias de los bajos tipos de interés del Banco Central Europeo. Muchos consorcios tienen grandes beneficios y no saben qué hacer con el dinero.