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Pasadas dos semanas tras el atentado de islamistas radicales que acabó con la vida de un militar en Londres, aumenta en el Támesis el temor a los actos de venganza. Varias mezquitas han sufrido pintadas y daños. Tras declararse el fuego en un centro cultural y un internado islámicos ha cundido la inquietud sobre todo entre familias musulmanas. En la ciudad en la que viven gentes de 200 nacionalidades se vive un ambiente tenso.