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Estados Unidos e India: socios y aliados nucleares

mb3 de marzo de 2006

El acuerdo nuclear entre Estados Unidos e India, si bien disgusta a muchos, no sorprende. Sobre la realpolitik de Estados Unidos se pronunció Karsten Voigt, del ministerio alemán de Relaciones Exteriores.

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El presidente norteamericano, George W. Bush, en Rashtrapati Bhavan, la casa presidencial en Nueva DelhiImagen: AP

En entrevista con Deutschlandradio, el coordinador para las relaciones germano-norteamericanas, Karsten Voigt, calificó de "decisión estratégica de importancia mundial" el acuerdo atómico entre Estados Unidos e India. Estados Unidos pretende con ello convertir en aliado a la mayor democracia del mundo. Por otro lado, el político socialdemócrata aceptó que ello significa de cualquier manera un incremento en la tensión entre el derecho internacional y los intereses de poder de Estados Unidos.

Si bien por treinta años, Estados Unidos boicoteó a India en cuanto a la tecnología atómica, eso forma parte del pasado. A partir de ahora se puede volver a enviar material nuclear con fines civiles a India, dado el caso de que el Congreso norteamericano apruebe el acuerdo. Un paso que internacionalmente es muy controvertido, pues los críticos opinan que con ello India está siendo reconocida como potencia atómica, del mismo modo que, en la práctica política, lo ha hecho con Pakistán.

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El presidente Bush y el primer ministro indio, Manmohan Singh, en la Casa Blanca en julio de 2005Imagen: AP

Este acuerdo, según Voigt, no debe verse de ninguna manera como un intento de resarcir a India por las décadas de aislamiento, sino más bien como una decisión de importancia mundial. Se trata de ganar para sí, de ser posible como aliado, a la mayor democracia del mundo. Que a China, polémico vecino del país del Ganges, le preocupe esta primavera en las relaciones se da por supuesto.

No es una idea nueva

El acuerdo atómico con India no es una idea repentina de George W. Bush, sino que se entiende en un esfuerzo por establecer relaciones que se inició con el viaje a la India de Bill Clinton en el año 2000, se reforzó con el mayor apoyo ofrecido por Estados Unidos a la India, no a Pakistán, en el conflicto de Cachemira. Recibió viento fresco, por último, con el apoyo incondicional de India a la súper potencia después de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

"Tras los claros intentos de George W. Bush por normalizar sus relaciones con Nueva Delhi se encuentra el reconocimiento de la futura fuerza económica que representa y que India pronto sobrepasará en población a la República China. A pesar de que se espera lo contrario, una buena relación con India sería un contrapeso conveniente en el caso de conflictos con Pekín", explica el diplomático alemán.

India no es Irán

A la opinión generalizada de que estamos frente a una política de doble rasero teniendo en cuenta los esfuerzos internacionales porque Irán no desarrolle armamento nuclear, cuando India lo posee sin siquiera haber suscrito el Pacto de No Proliferación de Armas Atómicas, Karsten Voigt puntualiza que ambos Estados se han comportado de manera muy diferente. "India no ha negado la existencia de ningún país vecino, lo que sí ha hecho Irán con Israel. Sin embargo, no queda duda de que esto plantea una tensión adicional entre derecho e intereses y a su vez entre derecho y poder. La postura atómica de Estados Unidos no forma parte de los objetivos de su política, pero cambiar su política nuclear es un medio para lograr que India se convierta en socio. Ello sólo lo conseguirá aceptando a India como potencia nuclear", declara.

Realpolitik vs derecho internacional

¿Significa esto que en la realpolitik el fin justifica los medios? "No", responde Karsten Voigt y resalta que "la política mundial no es un tribunal. Es decir, estamos a favor de que las relaciones internacionales se atengan al derecho internacional, pero este derecho internacional como meta se contradice con la distribución no equitativa del poder en el mundo. Estados Unidos como la mayor potencia mundial ha decidido poner de su lado a una gran potencia actual y súper potencia futura."

George W. Bush in Indien
George W. Bush durante un recorrido organizado por Acharya N.G. Ranga Agricultural University en Hyderabad, IndiaImagen: AP

El disgusto de la comunidad internacional

No sólo China y Pakistán, sino muchos países, entre ellos los de la Liga Árabe, sentirán irritación por este procedimiento norteamericano. Esto representa, con toda seguridad, otro golpe a la credibilidad norteamericana tan magullada tras la guerra contra Irak. Sin embargo, la posición hegemónica norteamericana mejora con ello. "Dado que algunos países incluidos los árabes si bien hablan a menudo de credibilidad tienen mucho en cuenta las relaciones de poder, no es muy seguro que el efecto de esto en el mundo árabe sea demasiado negativo", opina Voigt.

¿A quién preocupa el asunto de la credibilidad?

Si bien todas las encuestas de opinión ponen de manifiesto la poca credibilidad de la que goza Estados Unidos, éstas no se refieren a la India, que es uno de los países más pro norteamericanos. Esto no sólo a nivel gubernamental, sino también de la población. Las manifestaciones que hubo en Nueva Delhi fueron organizadas por grupos islámicos, y no pueden tomarse como prueba de antiamericanismo.

Pakistan Autobombe in Karachi vor US Konsulat
Explosiones frente a la embajada norteamericana en Karachi, Pakistán, en protesta por la visita del presidente norteamericanoImagen: AP

En cuanto al conflicto que existe entre Pakistán e India en torno a Cachemira, en opinión del político socialdemócrata, el viaje de George Bush a Islamabad podría aportar a encontrar un nuevo camino. Estados Unidos ha aceptado de facto a Pakistán como potencia nuclear. "Y entre los intereses de Estados Unidos está que Pakistán e India no se peleen por Cachemira, más bien lo contrario. Es obvio que Pakistán también mire con preocupación el acercamiento a su vecino. Sin embargo hay que tener en cuenta que Islamabad sigue muy interesada en mantener buenas relaciones con Estados Unidos. Por ello, éste sólo cobrará mayor importancia como factor de poder en la región", concluye.