Erizos en la ciudad
El erizo común o Igel –su nombre en alemán- es uno de los mamíferos más antiguos que existen.
¿Dónde está el erizo?
El erizo es de hábitos generalmente nocturnos, pero con suerte puede ser visto al caer la tarde, cuando sale en busca de insectos, gusanos, lombrices, cienpiés, arañas e incluso caracoles. Al igual que otras especies, como el armadillo, tiene la capacidad de enrollarse sobre sí mismo como forma de protección.
Todos cuentan
La experta Martina Gehret, de la organización de protección ambiental de Bayern LBV, dirige un proyecto de investigación en esta región del sur de Alemania. A través de registros de avistamientos de erizos, ya sea vivos o muertos, está configurando un mapa para determinar dónde aparecen más frecuentemente y cómo protegerlos. Desde la primavera pasada recibió 56 mil reportes.
Erizo urbano
Uno de los descubrimientos de este estudio es que el erizo ha emigrado a lugares poblados y es visto frecuentemente en los jardines de las casas. Aquí tiene menos enemigos naturales, pero puede encontrarse con algunos curiosos, como la mascota de la casa, que podría lastimarlo. Pero el mayor peligro sigue siendo el hombre...
Trampa mortal
Las bolsas de basura, como las amarillas para los envases reciclables, son trampas mortales para los erizos. Atraídos por el olor de restos de comida, ingresan a las bolsas de las que muchas veces no pueden salir y mueren asfixiados. Campañas a nivel nacional llaman a colgar estos sacos, en vez de dejarlos en el suelo, y sacarlos a la calle el día de la recolección sin mucha anticipación.
Jardines con obstáculos
Los modernos muros y rejas de jardines son poco amigables para los erizos, pues les cortan el paso. Cierres naturales con arbustos, en cambio, les permiten circular con libertad de un jardín a otro, encontrar insectos y refugiarse entre el follaje. Escalones y estanques también pueden ser grandes obstáculos, si no cuentan con una salida hecha a escala de sus pequeñas patas.
Pequeño en peligro
Una triste escena son los erizos atropellados. A su paso lento, les es difícil escapar de las ruedas de los autos, de las máquinas segadoras en el campo, o de los robots cortadores de pasto en jardines. Con su reducido tamaño –un adulto puede medir hasta 28 centímetros y pesar entre 800 y 1500 gramos- es difícil advertir su presencia y, cuando circula de noche, a veces imposible.
Familia de excursión
Los pequeños de esta foto tienen 13 días de vida. El erizo tiene un período de gestación de 35 días y en promedio nacen cuatro crías. Llegan al mundo con púas, aunque no completamente cubiertos. De adulto llegará a tener cerca de ocho mil. Se trata de espinas huecas y son su mecanismo de defensa. Si lo tocan o está en peligro, las levanta.
En el jardín... pero no como mascota
Organizaciones dedicadas al tema alertan que el erizo es un animal silvestre y no mascota. Si requiere ayuda –por estar enfermo, herido o ser pequeño huérfano-, ésta debe ser muy cuidadosa. Lo recomendable es consultar a un veterinario o en estaciones de acogida para erizos. Un bebedero de agua es siempre bien recibido y en caso de un igel hambriento, se le puede dar comida de gato.
Hogar, dulce hogar
Una pequeña montaña de hojas puede ser el nido perfecto para un erizo. Los expertos recomiendan ser cuidadosos al trabajar en el jardín para no destruir posibles refugios. A la hora de hibernar, el erizo buscará lugares protegidos de la lluvia y la nieve, en ocasiones bajo tablas, en medio de cierres de arbustos, garajes, cobertizos o leña.
Erizo hibernando, no molestar
Ya sea construida por uno mismo o comprada en tiendas de animales, las casitas de madera ofrecen un refugio seguro y cómodo para el erizo durante la hibernación. No se trata de domesticar o adoptarlo como mascota, sino de ofrecer un refugio para pasar el invierno. El agradecido huésped despertará de su siesta en las mejores condiciones para disfrutar la primavera.