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En el río Piva, en la actualidad, dos represas hidroeléctricas generan la electricidad que se consume en Montenegro. Pero eso no es suficiente. En verano, cuando baja el nivel del agua, Montenegro compra carbón a precios desorbitados a los países vecinos; un combustible dañino para el medio ambiente. Ahora, con ayuda financiera y técnica de Alemania, modernizarán las centrales hidroeléctricas.