Quien nunca se ha sentado en un Corvette se preguntará quizá: ¿dónde está la manecilla de la puerta? No la hay. Pero, en su lugar, el auto tiene una concavidad con un sensor de presión. ¡Apretar, sentarse, y la diversión puede comenzar! El Corvette, un súper deportivo con tracción trasera y caja de cambios manual de siete marchas, acelera en 4,2 segundos de 0 a 100.