El principio del fin

La Corte Penal de La Haya emitió orden internacional de arresto contra el presidente de Sudán, Omar al Bashir. Es la primera vez que la justicia internacional actúa contra un presidente en funciones.

El País, de Madrid, opina al respecto: “Al margen de sus eventuales repercusiones en Sudán –el gobierno canceló ayer el permiso a media docena de organizaciones humanitarias extranjeras y se insinúan represalias contra el personal local de la ONU-, la decisión de La Haya representa una prueba de fuego para los dirigentes africanos. Contra la decencia más elemental, y olvidando que cientos de miles de víctimas son africanos indefensos, se han venido alineando sin fisuras con el hombre que ha convertido en un cementerio una parte de su propio país. El ominoso silencio de años de la Liga Árabe o la Unión Africana sobre los horrores de Darfur es más lamentable si se considera que hay 30 Estados africanos entre los fundadores de la Corte Penal, en 2002.”

Oscuro capítulo

Desde Alemania, el Frankfurter Rundschau dice lo siguiente: “El nombre de Omar al Bashir pasará a los libros de historia en medio de un trasfondo oscuro. Es el primer presidente en funciones sobre el cual pesa una orden de aprehensión internacional. Con ello, el derecho internacional da un salto gigantesco. Se trata de un show, dicen los críticos. Afirman éstos, además, que la medida no traerá la paz en Darfur y que Sudán explotará. Como si la unidad del país más grande de África, la cual se derrumbará a más tardar con el referéndum de 2011 sobre la independencia de la región sur, dependiese de al Bashir, quien no se muestra tímido ante la posibilidad de cometer auténticas crueldades. ¡Qué bueno que los jueces no son practicantes de la realpolitik!”

Avance constante

En Francia, el diario católico La Croix aborda el mismo tema: “Paso a paso, la justicia internacional registra algunos avances. Ello había quedado de manifiesto al comenzar el proceso contra el antiguo jefe de los jemeres rojos en Camboya, así como el inicio de las labores de un tribunal especial para asuntos relacionados con Líbano. En el caso sudanés, un elemento de credibilidad estriba en el hecho de que la corte abandonó los cargos de genocidio contra al Bashir. Éste fue acusado de crímenes de guerra y de lesa humanidad. Esto demuestra que la justicia internacional no opera buscando términos espectaculares, sino estrictamente la verdad.”

El principio del fin

El Neue Zürcher Zeitung, de Suiza, analiza así la situación: “Aún sin una imputación de genocidio, el fallo es desastroso para al Bashir y su régimen homicida. El presidente puede ahora convocar a sus seguidores a que se manifiesten en su favor. Pero ello no debe confundirnos. Con la guerra en Darfur, el brutal dictador alcanzó el cénit de su poder. La orden de aprehensión no significa otra cosa que el principio del fin, y eso es bueno para Sudán.”