El francés Sam Dougados crea obras de arte de gran formato en la arena de la playa. Sus trabajos están, pues, destinados a desaparecer con la primera crecida de la marea. En el 2011 se alzó con el título de campeón del mundo de "beach art". Su único instrumento: un simple rastrillo, con el que hace dibujos de varios kilómetros de longitud.