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Duterte quiere que tropas extranjeras abandonen Filipinas

26 de octubre de 2016

Los casi 50.000 soldados estadounidenses deberían salir del país en los dos próximos años. El presidente filipino dice que si para lograrlo tiene que revisar o derogar acuerdos bilaterales, lo hará.

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Kombobild Obama Duterte
El presidente de EE.UU., Barack Obama, y el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte.Imagen: picture-alliance/dpa/N. Shrestha/M. Irham

El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, expresó el miércoles desde Japón su deseo de poner fin a la presencia militar estadounidense en el país "en los dos próximos años". Duterte declaró que, incluso, estaría dispuesto a revisar o derogar los acuerdos bilaterales existentes para lograr que se vayan los casi 50.000 soldados estadounidenses destacados en Filipinas.

"He declarado que seguiré una política exterior independiente. Quiero que, quizás en los dos próximos años, mi país quede libre de la presencia de tropas militares extranjeras", afirmó Duterte en un foro económico celebrado en Tokio, durante su visita de tres días a Japón.

"Quiero que se vayan y si para ello tengo que revisar o derogar acuerdos o acuerdos ejecutivos, lo haré", señaló el líder filipino en una aparente alusión al EDCA (Pacto Mejorado de Cooperación en Defensa).

US Präsident Barack Obama Besuch auf den Philippinen
Barack Obama de visita en el antes estadounidense y ahora filipino buque Gregorio del Pilar, en Manila.Imagen: picture alliance/AP Photo/S. Walsh

Cerca de China, lejos de EE.UU.

Duterte insistió así en el mensaje de alejamiento en materia de seguridad con Estados Unidos que ha venido expresando desde el inicio de su mandato, y que recalcó durante su visita a China de la semana pasada. Dijo además que su país quiere ser amigo de China. Para ello "no necesito las armas. No quiero misiles en mi país. No necesito tener los aeropuertos llenos de bombarderos”, dijo haciendo referencia al mayor despliegue militar estadounidense en Filipinas para contrarrestar el auge de China en la región.

A pesar del claro mensaje, Duterte reconoció la aportación de Estados Unidos como "gran país que ayudado a Filipinas de muchas formas", pero señaló que Manila "puede sobrevivir sin la asistencia estadounidense, aunque podría haber menor calidad de vida".

El EDCA, firmado entre Manila y Washington en 2014 y negociado por su predecesor, Benigno Aquino, permite a EEUU utilizar durante 10 años bases filipinas y aumentar su presencia en una región inmersa en una disputa territorial en el mar de China Meridional que enfrenta a China con Filipinas, Vietnam, Brunei, Malasia y Taiwán.

JC (EFE, AP)