Croacia desea convertirse en el vigésimo octavo país miembro de la Unión Europea. Sin embargo, su economía se resiente con la cris: sobreendeudamiento, economía lenta, escasez de reformas estructurales e improductividad en muchas empresas. Pese a ello, esa economía espera su ingreso, mientras que crece el escepticismo entre la población.