En la Universidad Técnica de Aquisgrán, en Renania del Norte-Westfalia, científicos desarrollaron lo que ellos mismos denominan "el corazón implantable más pequeño del mundo”. En tres años podría ser utilizado en humanos. Y los investigadores creen que la demanda será grande pues hay pocos donantes de corazón para los pacientes alemanes que están en lista de espera.
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¿Qué es lo especial de este corazón artificial? Pues que a diferencia de modelos anteriores no necesita de una bomba externa ni de mangueras, lo que disminuye el riesgo de contraer infecciones. Y además sólo cuesta la mitad.