Conversando con la computadora
11 de julio de 2003La creación de una inteligencia artificial es uno de los viejos sueños de la humanidad. Ejemplos de ese sueño eterno se encuentran a menudo en la literatura y la historia cinematográfica. El modelo por excelencia podría ser la legendaria computadora HAL de la película de ciencia ficción "2001- una odisea del espacio" de Stanley Kubrick.
En el filme, HAL controla el funcionamiento de la nave. En una escena el astronauta David regresa de una misión de reparación en el exterior y para entrar le ordena: "Abre las puertas, HAL". Este le contesta: "Lo siento Dave. Me temo que no puedo hacerlo". Un programa capaz de este breve diálogo ya tiene que saber muchas cosas.
"Lo siento" y "temo que" son fórmulas corteses con las que, en este caso, HAL prepara a David para algo que contradice sus expectativas. Las computadoras normalmente no lamentan ni temen nada. Usando además la forma familiar "Dave" en vez de David, la computadora dulcifica su decisión de no abrir la puerta. Por lo tanto, cuando HAL dice que "no puede" abrir la puerta, en realidad es que no quiere.
Intercambio activo
Dejando aparte nuestros deseos de que la computadora simplemente cumpla con lo que le mandamos hacer, el ejemplo de HAL nos permite entender mejor lo que se está llevando a cabo actualmente en los laboratorios sobre inteligencia artificial.
En el Centro de Investigación Alemán de Inteligencia Artificial de Sarrebruck (DFKI), el más grande de Europa, los hombres ya hablan con las computadoras. A partir de una investigación sobre la interacción entre el hombre y la computadora, los especialistas buscan crear una máquina que comprenda el lenguaje humano, que interprete los gestos, la mímica y establezca un intercambio activo con el usuario.
La inclusión de la mímica y los gestos par facilitar una posible comunicación con computadoras inteligentes se debe a que las tecnologías de reconocimiento lingüístico no han llegado todavía a resultados satisfactorios. La comunicación humana no es una mera acumulación de palabras. Un diccionario completo cabe de sobra en un CD-Rom, pero ninguna computadora podría – solo con ellas – emitir una frase comprensible. Aquí es donde se concentran los estudios del centro alemán: la combinación de lenguaje, gestos y mímica.
En el proyecto "SmartKom", coordinado por el DFKI, se trata elaborar una unidad de trabajo que también funciona como central de control doméstico y laboral. Con este sistema, se podría encender el vídeo o el equipo de música y regular la iluminación o la calefacción, por ejemplo. En su versión portátil, serviría como plataforma de acceso a múltiples servicios de información, manejables por medio de la voz o los gestos.
"Lo siento..."
El gobierno alemán apoyó en los últimos 4 años el proyecto "SmartKom" y otros cinco proyectos relacionados con la interacción entre el ser humano y la técnica, con 82.8 millones euros. Empresas germanas contribuyeron con 152.2 millones euros a la investigación. Según el ministerio de Investigación Científica, los proyectos germanos en este campo pueden ser considerados líderes a nivel mundial.
Por ahora, HAL no existe y la inteligencia artificial todavía constituye hoy en día una de las mayores dificultades de la ciencia. Sin embargo, a nadie le interesara que algún día la propia computadora le responda con un: "Lo siento amigo mío, me temo que no puedo descargar tu correo electrónico."