En su búsqueda de hitos del automovilismo, Christoph Bauer se ha decidido esta vez por un portento de las revoluciones por minuto de los años sesenta, el Honda S800. Su elegante línea recuerda a los clásicos descapotables biplazas ingleses como el Triumph TR 4 o el MG B. Es característico de los autos deportivos que el concepto de comodidad para la durísima suspensión sea claramente un insulto.
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No obstante, incluso para los estándares de hoy en día, un paseo en el Honda S800 es todo un lujo para los sentidos. El placer que se llega a sentir al conducirlo no se experimenta con ningún otro 0,8 litros.