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Comparsa de EE.UU.

DW WORLD19 de febrero de 2008

En el caso de Kosovo, la Unión Europea se ha plegado a los designios e intereses estadounidenses, dice la prensa hoy.

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Banderas de Kosovo ondean junto a la estadounidense, en Pristina.Imagen: AP

En el caso de Kosovo, la Unión Europea ha servido como comparsa de Estados Unidos, opina el diario Politika, de Belgrado: “Desde mediados de los años noventa hasta la fecha, el bloque europeo se ha concretado a seguir los designios de Washington. Como prueba está el apoyo de los grandes países europeos a la ilegal independencia de la provincia de Kosovo, la cual forma parte del sur de Serbia. Esta iniciativa fue promovida por Estados Unidos. La Unión Europea fue concebida como un proyecto de paz con el objetivo de olvidar los horrores de la Segunda Guerra Mundial, pero ahora apoya la conformación de un país fundado en los cimientos de la violencia y la depuración étnica.”

Independencia sin legitimidad

A su vez, el periódico regional francés La République des Pyrénées hace el siguiente cuestionamiento: “¿Acaso la independencia de un país no forma parte de su derecho elemental? ¿Entonces cuál es el problema? El problema se halla en el hecho de que esta independencia pisotea el derecho internacional que garantiza a cada miembro de la ONU, incluida Serbia, la inviolabilidad de su territorio. Ahora, la gran preocupación consiste en que se tambalea el equilibrio logrado en los Balcanes tras la guerra de los años noventa. En esa ocasión, la comunidad internacional acordó reconocer a las repúblicas que formaron parte de la antigua Yugoslavia. Kosovo nunca fue una de tales repúblicas, aún cuando gozaba de autonomía. Por ello es de temerse que la declaración de independencia siente un precedente.”

Otro reto para la UE

El Rhein Zeitung, de la ciudad alemana de Koblenz, dice al respecto: “La Unión Europea tiene frente a sí un enorme reto. Debe cumplir con las condiciones de un desarrollo estable y democrático para Kosovo. También necesitará tomar en cuenta los intereses de la comunidad albanesa sin oprimir a los serbios. Ello costará tiempo y dinero, y requerirá que el bloque comunitario tome el control de la política en Pristina e intervenga en caso de emergencia. Ello se verá dificultado por el hecho de que la misión europea descansa sobre un piso jurídico muy frágil, sin responder a mandato alguno de la ONU. Ante este panorama, se necesitará mucha diplomacia.”

¿Y los derechos humanos?

De Lübeck, el Lübecker Nachrichten señala: „Es un hecho que existe la autodeterminación de los pueblos. Pero más arriba aún se ubican los derechos humanos, incluso aquellos que atañen a la comunidad serbia. Aún cuando el Estado garantizaba estos derechos, Kosovo se abrogó el derecho de solicitar el reconocimiento de la comunidad internacional como nuevo Estado independiente. El ministro de Asuntos Exteriorers, Frank-Walter Steinmeier, habría hecho bien en esperar a que los países miembros de la Unión Europea encontrasen un discurso común. Pero con su estrategia, lo que hicieron todos fue poner nuevas trabas a la política exterior de la Unión Europea, que exhibió sus divisiones internas.”