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La niebla selvática esconde 337 especies diferentes de aves. Los ecologistas de ProAves fundaron una reserva privada de 1000 hectáreas y se han volcado en la protección de la cotorra de Santa Marta, amenazada de extinción. Estos amigos de las aves ya han conseguido sus primeros logros mediante la replantación forestal, nidos para las crías y la concienciación de la población autóctona.