Medellín fue durante mucho tiempo la metrópolis sudamericana de la violencia y el narcotráfico. Una serie de proyectos sociales y culturales han dado un giro a la situación en los barrios conflictivos de la ciudad. Actualmente, Medellín se considera un ejemplo positivo de cambio. Pero el fin de la lucha contra el crimen organizado está todavía lejos.
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Daniel Quinceno, rapero y grafitero de la Comuna 13, fue miembro de una banda de delincuentes. Nos cuenta no solo cómo y dónde participa sino sobre qué miedos lo asaltan en su labor social con los niños del barrio.