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Chore Wars: ayudando a limpiar con un juego online

JAG2 de agosto de 2007

Con una original idea, Chore Wars propone una solución para las crisis en el reparto de las tareas del hogar. La aventura virtual se vive online, pero las misiones se cumplen en la vida real.

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La fuerza que otorga la compra de víveres también ayuda a superar las misiones.Imagen: dpa - Report

Cocinar, fregar, limpiar… son algunos de los problemas de organización en cualquier vivienda compartida. Buscando la solución final, los programadores de Chore Wars encontraron la manera de hacer más atractivas las tareas del hogar con un nuevo mundo virtual en el que el esmero no sólo es una virtud, sino que concede poderes extraordinarios.

El mágico poder del detergente

Similar al archiconocido World of Warcraft, Chore Wars organiza a los jugadores en un mundo de fantasía en el que no faltan enanos, magos ni Orks. Pero a diferencia de armas y tesoros, el enano blande una fregona, el Ork una bolsa de basura, y el mago una botella de líquido mágico luminiscente que hará desaparecer la mugre de las ventanas.

Y en eso consiste el truco del juego. Los caracteres se crean y desarrollan en la página web. Pero las tareas hay que realizarlas en la casa. Los jugadores acumulan puntos cuando limpian y tiran la basura batiendo a sus oponentes, o mejor dicho, a sus compañeros de piso.

Uno de los habitantes de la casa, - seguramente el que tiene las de ganar, es decir, el más limpio- se registra en el juego e invita a sus compañeros de casa. Una vez elegido el personaje, éste adquiere mayores poderes acumulando puntos de fuerza, habilidad o inteligencia.

Y entonces comienza la carrera por trofeo al compañero de piso ideal. Primero se determinan las misiones o tareas que hay que realizar y los puntos que se reciben por ellas. Los puntos están en relación con el tiempo necesitado para la tarea. Si la misión ha sido completada, el jugador se apunta el tanto en el juego. Y para evitar el engaño, serán los compañeros los que decidan la veracidad de los triunfos acumulados.

La solución final

Lo interesante del juego es que consigue un control sobre las tareas del hogar sin que nadie las tenga que organizar. Cada cual puede elegir la misión que desee y el éxito de este lúdico plan de limpieza depende de las recompensas ofrecidas por cada tarea. Tanto se puede premiar al mejor del mes invitándole a un par de cervezas, como penalizar al peor obligándole a hacer lo que nadie quiere hacer.

Y al parecer funciona, sobre todo como solución para los que viven entre hombres. Por algo tienen fama de muy perezosos en el hogar. En dos semanas ya se han registrado 36.000 miembros para participar en la aventura de las labores del hogar. En definitiva, la solución final, especialmente adecuada para pisos de estudiantes.