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China en Cuba no se hace el sordo

José Ospina-Valencia
8 de junio de 2018

Tras supuestos ataques acústicos en Cuba contra estadounidenses, hay reportes de que en China estaría ocurriendo lo mismo. Cierto o no, la presencia de China en Cuba es amplia y no se detiene en "ondas imperceptibles".

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El Barrio Chino de La Habana, Cuba
El Barrio Chino de La Habana, CubaImagen: picture-alliance/dpa/M. Voskresenskiy

"La sordera llega hasta el otro lado del mundo”, reporta la corresponsal en Pekín del diario cubano oficialista Granma, no sin un tono de incredulidad. Estados Unidos emitió el 23 de mayo una primera alerta a sus ciudadanos residentes en China.

Ahora, habría allí nuevos casos de funcionarios estadounidenses que se han quejado de "mareos, dolores de cabeza, zumbidos, fatiga, problemas cognitivos o visuales, malestar en los oídos o pérdida de audición". Según el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, estos son "síntomas similares a los relatados por diplomáticos en Cuba”.

Usando los supuestos "ataques acústicos” en Cuba como argumento, Washington frenó el acercamiento con La Habana, una de las medidas bandera de Obama. Nunca nadie ha podido probar si esos ataques fueron o son  reales. Pero la conexión entre China y Cuba ya está hecha.

Pero ¿qué tan metida está China en Cuba?

Más allá de si Pekín pueda o no estar detrás de la trama, la presencia de China en Cuba no es nueva. Esta data incluso desde antes de la instauración del comunismo. En La Habana existe desde, por lo menos, 1931 un "Barrio Chino”. En todo caso, Cuba, en persona de Fidel Castro, fue el primer país de Occidente que estableció relaciones diplomáticas con China en 1960.

Otra cosa es la presencia económica de China en Cuba, y con esta, su influencia política. China, América Latina y el Caribe se guían por el llamado Plan de Cooperación 2015-2019, pactado en Pekín entre la Comunidad de Estados Americanos y el Caribe (CELAC), con sede en Ciudad de Panamá y el gigante asiático.

Proyecto de generación de energía fotovoltáica chino-cubano en Pinar del Río.
Proyecto de generación de energía fotovoltáica chino-cubano en Pinar del Río.Imagen: picture-alliance/Photoshot/J. Hernandez

Dicho plan, dice Juana Sossa Jerena de CELAC a DW, comprende una masiva extensión de la presencia China en toda América Latina, que no es inicialmente comercial sino de intercambio personal. "Así, por ejemplo, Pekín invita a mil políticos latinoamericanos a China. Además, realiza un Foro de Políticos Jóvenes y establece contactos con administradores de comunas, municipios y regiones a todos los niveles en América Latina. Luego vienen la protección contra el tráfico de personas, el cambio climático, el comercio y las inversiones recíprocas, que ambas partes buscan elevar a los 250 mil millones de dólares”.

China, Cuba y América Latina, ¿por otra senda?

Este año, China realiza a Cuba un millonario aporte financiero para seis proyectos en ganadería, energías renovables e infraestructura hidráulica, como lo anunciaron el pasado 16 de abril el viceministro primero de Comercio Exterior, Antonio Carricarte, y el Embajador chino en Cuba, Chen Xi, según por InterPress Service de Cuba.

Con este dinero, Cuba comprará en China materias primas para la fabricación de paneles solares fotovoltáicos, equipos y maquinarias para acueductos y labores de saneamiento, así como equipamiento de construcción para reparar y dar mantenimiento a obras hidráulicas.

China y América Latina, afirma el Foro CELAC, se mueven en la dirección correcta: "La defensa conjunta de los principios del Derecho Internacional y el fortalecimiento del multilateralismo”.

Chen Xi, Embajador de China en Cuba, destaca, por su parte, en su página virtual la cooperación sino- cubana en biotecnología, pero también que "los habitantes de la Perla del Caribe son amigos y hermanos”. Para los que China siempre tiene un oído atento. 

José Ospina-Valencia (er)