Publicidad
Entretanto, las empresas se han pasado a la biomasa. La materia prima es bambú, o eucalipto, de silvicultura ecológica, y los desechos de las serrerías. Al mismo tiempo, se aprovecha el calor residual de los hornos para secar la cerámica y con las cenizas se hace compost. El balance climático mejoró sensiblemente. Y ahí no acaba el beneficio para el clima ya que también se está reforestando la caatinga.