Atentados contra la estabilidad en Egipto
25 de abril de 2006
Fueron bombas detonadas por terroristas suicidas las que estallaron con precisión y casi simultáneamente hacia las 19:15 horas el lunes en el balneario turístico de Dahab, a orillas del Mar Rojo. Las explosiones transformaron en horror y caos el supermercado de Ghazala y dos concurridos restaurantes. El popular destino para buzos y viajeros de mochila registraba ocupación plena debido al puente vacacional por la conmemoración del repliegue de Israel en 1982. A la mañana siguiente a los atentados seguía habiendo confusión respecto al número de muertos. Las autoridades egipcias hablaban de 23 víctimas mortales y un centenar de heridos. Entre las víctimas se confirmó la muerte de un bebé de nacionalidad alemana. Unos 20 extranjeros fueron reportados heridos
Se trata del tercer ataque terrorista en la península del Sinaí en el transcurso de dos años. El primero se produjo en octubre de 2004 en un Hotel en la ciudad fronteriza de Taba que cegó la vida a 34 personas, el segundo en julio pasado en Sharm el Sheij, que mató a más de 60 personas.
Próspero destino turístico
Desde los años 90 Dahab se convirtió en un próspero destino de jóvenes y viajeros de todo el mundo. Después de los dos primeros atentados el turismo israelí se mantuvo a distancia, en cambio, en su lugar, llegaron más turistas europeos y egipcios.
Expertos coinciden en que el objetivo de los ataques es desestabilizar económicamente la región, que depende prácticamente del turismo. Esto fortalecería a la oposición frente al gobierno del presidente Hosni Mubarak. Se cree que los responsables se encuentran entre los grupos beduinos que habitan en el norte del Sinaí. Las relaciones entre dicha comunidad y el gobierno de El Cairo son tensas desde hace años. Los orgullosos y empobrecidos pobladores del desierto se sienten discriminados y tratados como ciudadanos de segunda.
Grupos islamistas
Estos grupos se encuentran nuevamente bajo sospecha. Tras los atentados en el 2005, las autoridades egipcias detuvieron e interrogaron a cientos de personas en dichas comunidades. La mayoría fueron detenciones arbitrarias, pues nunca se encontró a los culpables. Y no son los beduinos, sino islamistas radicales los que impulsan la lucha y desde hace años. Desde hace décadas, la organización Hermanos Musulmanes, exhorta a volver a los valores islámicos y condena la creciente influencia de la decadencia occidental. La organización, fundada en 1928 por el padre del islamismo moderno, Hasan Al Banna, tuvo un rápido auge gracias a su empeño en tejer una red islámica que actuara como un contrapoder frente al Estado egipcio.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan se mostró conmocionado por la noticia de muerte y destrucción en Dahab y externó sus condolencias a los familiares de las víctimas y al pueblo egipcio. El presidente estadounidense George W. Bush, condenó duramente los ataques. También la organización radical islámica Hamás, que dirige el gobierno palestino condenó los atentados. "Condenamos este crimen horrible que tuvo como objetivo turistas y egipcios inocentes", dijo el portavoz del Gabinete palestino, Ghasi Hamad.