Así se celebró el Año Nuevo en el mundo
En distintos puntos del planeta se recibió el 2016 con lo necesario: alegría, fuegos artificiales y esperanza. Así se iluminaron los cielos en México, Moscú, Río de Janeiro, Stuttgart, Berlín, Dubái y Sidney.
Fiesta con la Plaza Roja cerrada
La clásica celebración en la Plaza Roja de Moscú tendrá que esperar al menos un año más. Oficialmente, el tradicional centro de la fiesta moscovita se cerró al público debido a la realización de un programa de televisión, aunque hay quienes piensan que la medida se adoptó por el temor a atentados terroristas. Como sea, de todos modos hubo fuegos artificiales.
Al ritmo de los Tigres del Norte
Hasta pasadas las 2 de la madrugada se extendió la fiesta en Ciudad de México, donde la celebración principal se realizó en el Ángel de la Independencia. El show fue amenizado por los Tigres del Norte, que interrumpieron su espectáculo durante algunos minutos para dar paso a los juegos pirotécnicos.
Los fuegos "máis grandes do mundo"
Dos millones de personas celebraron la llegada de 2016 en Río de Janeiro. Las imponentes playas de la ciudad brasileña sirvieron como escenario para un espectáculo pirotécnico que hizo olvidar, al menos por algunos instantes, las dificultades políticas que vive la principal potencia sudamericana.
Dibujo de luz en Stuttgart
Pese a las alertas de seguridad generales, y a la específica que afectó a la cercana ciudad de Múnich en la víspera del cambio de año, en Stuttgart la fiesta se vivió con esplendor. No hubo reportes de incidentes.
La fiesta debe continuar
En Dubái, los ojos se centraron en el hotel Address Downtown, que poco antes de la medianoche comenzó a arder, presentando un espectáculo horrible que dejó 16 personas heridas. Pese a ello, las autoridades no suspendieron el espectáculo con fuegos de artificio que cada año se realiza en el Burj Khalifa, la torre de mayor altura del planeta. El humo del incendio dificultó la visión del show.
Sidney ofrece su mejor show de la historia
Diez toneladas de fuegos artificiales ardieron durante ocho minutos sobre los cielos de Sidney, en Australia. La urbe es una de las primeras que recibió el nuevo año. La ocasión ameritaba, pues, un show de gigantescas dimensiones, calificado por las autoridades como el más grande que nunca se ha realizado en la ciudad.
Alegría y medidas de seguridad
Bajo fuertes medidas de seguridad, Berlín esperó la llegada de 2016 con una gigantesca fiesta. Una rueda, un escenario y dos kilómetros de felicidad entre la Columna de la Victoria y la Puerta de Brandeburgo marcaron la jornada, que pudo dejar de lado los temores para centrarse en lo que importa en estas fechas: pasarlo bien y olvidarse de los problemas por un rato. ¡Feliz 2016!