Animales acalorados
El calor del verano hace transpirar a los seres humanos. La transpiración protege a la piel del calor excesivo. Pero, ¿cómo enfrentan los animales las altas temperaturas?
Resistencia al calor
El dromedario, como animal del desierto, puede adaptarse bien a las temperaturas extremas. Puede resistir dos semanas sin agua, a 50 grados de temperatura, para luego beberse de un sorbo 135 litros. Los dromedarios pueden beber incluso agua salada y la temperatura de su cuerpo puede subir a 42 grados. Para un ser humano, sería una fiebre muy alta...
El método de los elefantes
Una piel frondosa protege del frío. En el caso de los elefantes, ocurre lo contrario. Los escasos pelos que tienen los paquidermos los ayudan a regular la temperatura, ya que conducen el calor fuera del cuerpo.
La ventaja del zoológico
Los tapires habitan en los bosques tropicales de Sudamérica. Viven en las cercanías de lagos, ríos y pantanos. Como buenos nadadores, buscan en el agua protección del calor o de enemigos. Pero a veces se topan allí con un peligroso adversario: el cocodrilo. Más apacible es la vida en el zoológico.
¡A parar las orejas!
Los conejos utilizan sus largas orejas, con poco pelo, como termorreguladores. Cuando hace mucho calor, éstas se irrigan más y pueden liberar así calor corporal. Los conejos suelen refugiarse del sol en los arbustos. También pueden refrescarse mediante la evaporación de la saliva al jadear.
¿Un helado?
Cuanto más sube el termómetro, mejor saben los helados. En la foto, un oso polar disfruta de unas frutas recubiertas de hielo. Otros de sus compañero del zoológico reciben jugos de fruta congelados o trozos de pescado y carne recién sacados del congelador.
Descanso en la rama
Las ardillas no pueden almacenar agua. Por eso, en el verano tratan de mantenerse cerca de ríos o lagunas. También pueden regular su temperatura gracias a las zonas carentes de pelos en sus patas, que durante el invierno se recubren de piel. Cuando hace mucho calor, prefieren tenderse en una rama y dejar que cuelguen sus patitas.
¡Puro camuflaje!
Los camaleones son maestros del camuflaje. Gracias a las céulas especiales de su piel, pueden mimetizarse con casi cualquier fondo. Por las mañanas, su piel se oscurece. De ese modo absorben la mayor cantidad posible de rayos de sol. Los reptiles solo pueden regular la temperatura de su cuerpo mediante la influencia del exterior. Cuando hace mucho calor, tienen que protegerse en la sombra.
Peligro de insolación
Los perros son muy sensibles al calor. Para refrescarse jadean con la lengua afuera. La frecuencia respiratoria puede elevarse hasta 400 inspiraciones por minuto. Sin agua o un lugar a la sombra, pueden correr peligro de muerte. Por eso, jamás hay que dejarlos encerrados en un auto, ya que estos se calientan mucho.