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Alarma: ¡Aterrizó un dictador!

17 de noviembre de 2016

Un programa desarrollado por periodistas suizos lanza una alerta en Twitter cada vez que un avión de algún dictador aterriza en Ginebra.

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Schweiz Privatjet am Flughafen Genf
Imagen: Getty ImagesAFP/F. Coffrini

A Teodorin Obiang le encanta el lujo y tiene un amor especial por los autos rápidos, exclusivos y caros. En su garaje, al lado de varios Ferraris, hay un Porsche 918 Spyder (750 mil euros, aproximadamente), un Bugatti Veyron (cerca de 2 millones de euros) y un Koenigsegg One, cuyo valor no es fácil de estimar. De este modelo de lujo sueco hay solo 7 en el mundo.

Obiang, de 47 años de edad, hijo del presidente de Guinea Ecuatorial y al mismo tiempo vicepresidente del país, tiene uno de esos Koenigsegg. O tenía. A comienzos de noviembre la fiscalía suiza le confiscó en el aeropuerto de Ginebra 11 autos de lujo.

IAA Frankfurt - Bugatti Veyron
Un Bugatti VeyronImagen: picture-alliance/AP Photo/J. Meyer

La incautación se llevó a cabo por lavado de dinero en el curso de un proceso penal. También en Francia debe comparecer ante la justicia por denuncias de malversación de fondos y corrupción. Se le acusa de haber incorporado a través de intermediarios y empresas fantasma bienes inmobiliarios por un valor de varios millones de euros. Obiang habría vivido en París, Londres y Malibu. Y también en Ginebra habría pasado mucho tiempo.

Twitter escanea el tráfico aéreo

Como prueba está el registro del tráfico aéreo de aviones privados de Guinea Ecuatorial en el aeropuerto de Ginebra. "Hemos localizado más de 30 despegues y aterrizajes en los últimos seis meses", dijo François Pilet en una entrevista con Deutsche Welle. Hace seis meses, el periodista suizo deasarrolló junto con su primo el Twitter Bot "Alerta, Dictador".

Este programa hace sonar automáticamente una alarma cuando las aeronaves bajo registro de miembros de Estados autoritarios aterrizan en Ginebra. Con ayuda de una antena registran las señales emitidas por los aviones cada segundo, que envían su posición y su número de registro. Estos datos de vuelo luego son cotejados con una lista recopilada por Pilet de “aviones de déspotas”. Y cuando coinciden, como pasó con Obiang, suena la alarma.

Este solo hecho brinda una evidencia muy limitada, reconoce Pilet. "No sabemos quién está a bordo ni por qué vienen a Ginebra, pero al menos muestra que hay una conexión entre el Estado en cuestión y la ciudad".

Teodorín Obiang – o al menos sus aviones - han pasado mucho tiempo en Ginebra. "Él no estuvo siempre a bordo, a veces también trajo sus autos en avión a Suiza", dice Pilet.

Herramientas únicas

Si el potentado está en el país o no, si llegó para atenderse de un modo totalmente legal en una clínica suiza o si está tramando negocios sucios, no se sabe. "Esta herramienta nos proporciona la primera evidencia", asegura Pilet. "Es entonces el trabajo del periodista, sobre la base de estos hechos, averiguar más", agrega.

El periodista suizo no cree que su “alarma de dictadores” está directamente relacionada con la investigación contra Obiang y la confiscación de sus autos. “Incluso el programa y el articulo que publicamos han llamado un poco la atención. Antes casi nadie sabía de él ni de sus negocios”, asegura Pilet.

En la lista hay más de 120 aviones de más de 20 regímenes autoritarios. Desde Corea del Norte hasta Arabia Saudita, de Sudán a Qatar.

Suiza, un paraíso fiscal

Ginebra es y sigue siendo popular entre los potentados. Suiza es considerada, de acuerdo a la ONG "Red de Justicia Fiscal",  la madre de todos los paraísos fiscales. Cualquier villano puede tener en Suiza su propia cuenta. Justamente por eso, Pilet considera que el hecho de que el programa "Alerta Dictador" esté en Ginebra - la sede de muchas organizaciones internacionales - es particularmente importante. "A veces este aspecto diplomático puede ser usado como una cubierta para la corrupción y el lavado de dinero", advierte.

Para el futuro, Pilet y su primo quieren expandir la herramienta de seguimiento a otras ciudades: Londres, Zúrich o París. Entonces muchos dictadores tendrán que pensar mejor en dónde hacer sus dudosas operaciones.

Klein, Rahel