A la conquista del Estrecho de Bering, con biocarburantes
3 de octubre de 2008
“La vida es muy corta como para no disfrutarla”, dice Matthías Jeschke en su página Internet. El alemán de 37 años es un amante de los deportes extremos. Ya batió un récord Guinness de conducción en altura, cuando ascendió a bordo de un todoterreno la montaña chilena “Ojos del Salado”, cuya cumbre se eleva a 6358 metros sobre el nivel del mar.
Ahora él y su equipo han iniciado el recorrido de unos 43.000 kilómetros que los llevará a través de 20 países. Jeschke quiere romper una nueva marca. Con su equipo quiere ser el primero en cruzar a bordo de dos vehículos todo terreno el estrecho congelado que une a Siberia con Alaska usando los biocombustibles más modernos. “Queremos demostrar todo lo que se puede hacer con ellos”, dijo Jeschke poco antes de iniciar la expedición en París.
Meses de preparativos
La travesía durará aproximadamente ocho meses. Debido a que el Estrecho de Bering no se ha congelado completamente durante los últimos años, los viajeros equiparon a los vehículos con sistemas de nado, lo que les tomó meses de preparativos. En caso de que los vehículos rompan el hielo y caigan al agua, estarán en condiciones de nadar hasta el témpano de hielo más próximo.
“Las posibilidades de que crucemos el estrecho son de un 50%, todo depende del tiempo y de que el clima sea lo suficientemente frío”, estimó Jeschke. La expedición, que utilizará combustible a partir de biomasa, tiene por objetivo promocionar las energías renovables. Para el motor, la transmisión y los ejes se utilizarán aceites orgánicos.
En ocho meses en Nueva York
Si todo sale bien el equipo del deportista de Limburgo llegará a Nueva York a mediados de mayo de 2009, después de haber recorrido varios países de Europa, Rusia, Mongolia, Alaska, Canadá y Estados Unidos. El costo de la expedición, de unos 3 millones de euros, será cubierto por los participantes y por patrocinadores.
Jeschke, padre de dos niños pequeños, recorrió hace dos años la calle más larga del mundo, la panamericana, en un tiempo récord de 15 días, 11 horas y 25 minutos, sin otra cosa que aceite vegetal en el tanque de su vehículo.