10 chistes alemanes que nadie debe perderse
Dicen que los alemanes no tienen sentido del humor. Nah, pamplinas. Aunque pueden perder gracia en la traducción, acá les mostramos diez tipos clásicos de chistes que en Alemania son grito y plata.
'Kalauer', o juego de palabras
Algunos alemanes los conocen como "Flachwitz" o "Plattwitz". Los "Kalauer" son un juego de palabras divertido. El término Kalauer viene, aparentemente, de la ciudad alemana de Calau, donde se publicó entre 1848 y 1944 la revista satírica "Kladderadatsch", que ofrecía "noticias semanales de Calau". Acá uno que se puede traducir: "¿Qué es café, pegajoso y te sirve en el desierto? Un caramelo".
'Fritzchen', el pequeño Fritz
Fritzchen, o "pequeño Fritz", es un personaje ficticio de un niño que a menudo aparece en los chistes alemanes. Acá va uno: Fritzchen le pregunta a su profesor: ¿pueden castigarme por algo que no hice, profesor? El educador le responde: "Por supuesto que no, Fritzchen, eso sería muy injusto". Fritzchen suspira aliviado: "Qué bueno, porque no hice mi tarea".
'Alle Kinder': Chistes con los niños
Los chistes "Alle Kinder" repiten la misma estructura, con un final donde el nombre de un chico rima con la última palabra. Los más divertidos a menudo son los de humor negro. Por ejemplo: "todos los niños entendieron el chiste, menos Pedro... es demasiado lerdo". O "todos los niños saltan el fuego, excepto Armando... que se está quemando".
Humor más lento
Cada país tiene a sus "lentos". Los frisios del norte son los que reciben ese mote desde los años 60 del siglo pasado en Alemania. Aunque los chistes donde se involucra a esta minoría los muestran como torpes o tontos, el exitoso comediante frisio Otto Waalkes hizo de los cuentos sobre su región una marca personal, "enorgulleciendo" a sus paisanos, que exhiben un excelente sentido del humor.
Conductores para la risa
El Opel Manta es un deportivo alemán construido entre 1970 y 1988. Los chistes relacionados con este vehículo se basan en un estereotipo: los hombres dueños de estos autos serían de clase baja, "machos" y agresivos al conducir. Ejemplo: un conductor de Manta va al garage. "¿Puede reparar mi bocina?". "Sí. Sus frenos tampoco funcionan", notifica el mecánico. "Lo sé, por eso necesito la bocina".
Granjeros divertidos
El humor "Bauernregeln" parodia la lógica meteorológica de los agricultores apelando al absurdo o a la tautología. Por ejemplo: "tormenta en mayo, o sea se acabó abril". Hay mejores, en todo caso. También pueden referirse a otros temas, incluyendo referencias sexuales o demostrando toques de sabiduría verídica.
Chistes de la RDA
Los chistes sobre la RDA supuestamente reflejan la vida que se llevaba en la República Democrática de Alemania, el estado socialista que existió entre 1949 y 1990. Muchas veces se ríen de la escasez o el control estatal. Ejemplo: un soldado de la RDA les pregunta a unos colegas qué piensan de la Alemania Oriental. Estos responden "lo mismo que tú". "Bueno, entonces tengo que arrestarlos".
Humor a costa de radio Yerevan
Los relatos que parodian una sección de preguntas y respuestas de la radio pública armenia Yerevan eran muy populares en todo el bloque comunista. En la versión germana, las respuestas solían comenzar con "en principio sí, pero...". Ejemplo: Pregunta a Radio Yerevan: "¿Hay libertad de prensa en la Unión Soviética?". Respuesta: "En principio sí, pero no discutiremos más sobre esto".
Funcionarios veloces
El funcionario es visto como un burócrata lento y flojo que merece cuentos como éste: Tres niños discuten. El primero dice "mi padre es piloto de carreras, es el más rápido". El segundo rebate: "mi papá es piloto de la fuerza aérea. Es más veloz". El tercero sentencia: "mi papá es funcionario y es tan rápido que cuando termina su jornada laboral a las 5 pm, él lleva cuatro horas en casa".
Los "antichistes"
Los "antichistes" se refieren a situaciones breves y absurdas. Quizás carecen de buenos remates, pero igual son buenos. Acá va uno: "Por la noche hace más frío que afuera". Bueno, bueno, probemos con otro: Dos pastelitos están juntos dentro del horno. De pronto, uno de ellos le dice al otro 'está cada vez más caluroso'. Entonces el otro responde '¡Dios mío, un pastelito que habla!'".