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Turquía juega con la repatriación de los miembros del EI

Matthias von Hein
12 de noviembre de 2019

Turquía se toma en serio la repatriación de los partidarios del EI. Una pretensión legítima, pero Erdogan se aprovecha de los combatientes del EI como amenaza contra las sanciones de la UE, opina Matthias von Hein.

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Syrien Flüchtlinge
Imagen: Getty Images/C. McGrath

El "califato" del llamado "Estado Islámico" (EI) ha sido desarticulado y su líder, Abu Bakr al Bagdadi, murió hace dos semanas, pero la ideología del odio perdura y sigue siendo peligrosa. Esto se confirmó una vez más hoy (12.11.2019) en el estado federado alemán de Hesse: allí arrestaron a tres presuntos terroristas, que se estaban preparando para perpetrar atentados en nombre del EI.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se aprovecha ahora de la preocupación justificada ante el EI. Erdogan amenaza abiertamente con enviar terroristas a través de la frontera, en respuesta a las sanciones planeadas por la UE por las perforaciones de gas de Turquía frente a las costas de Chipre.

Alemania parece no estar nada preparada

De hecho, Turquía ya ha comenzado con deportaciones en las cárceles turcas. También hacia Alemania. Las próximas están programadas para este jueves (14.11.2019) y viernes (15.11.2019).

Hace diez días, el ministro del Interior turco, Süleiman Soylu, dijo que Turquía "no era un hotel para terroristas". Ahora sus amenazas se hacen realidad, y Alemania parece no estar preparada para ello. Sin embargo, esto estaba claro desde la caída del último bastión del Estado Islámico en marzo pasado: los más de 2.000 combatientes extranjeros capturados, sus más de 10.000 mujeres y niños no pueden quedarse para siempre en los campamentos y cárceles kurdos.

Y no es porque hayan faltado gritos de auxilio del abrumado autogobierno kurdo a los países de origen de los miembros del EI para que se hicieran cargo, de una vez por todas, de sus ciudadanos. Pero la reacción fue escasa o nula. Tampoco el llamado del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, surtió efecto. Más bien, los países de origen se apresuraron a privar a sus simpatizantes del EI de la ciudadanía y así escapar de sus responsabilidades.

La política alemana se ha escondido también detrás de las formalidades: como no hay relaciones oficiales con los kurdos en el norte de Siria y tampoco con Damasco, desafortunadamente no se puede hacer nada por la repatriación de los partidarios del EI capturados, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores. Solo se trasladó a un puñado de niños por orden judicial.       

Matthias von Hein, redactor de DW.
Matthias von Hein, redactor de DW.

Cientos de retornados del EI en Alemania

Está claro que los prisioneros del EI se han radicalizado en Alemania. Este país es, por tanto, responsable de estas personas y debe llevarlas ante los tribunales por sus crímenes. Los niños, más de 100, no son responsables de los actos de sus padres. Necesitan cuidados intensivos y posiblemente deben ser desradicalizados. Todo esto es difícil, pero no imposible.

Además, cientos de retornados del EI ya están viviendo en Alemania: aquellos que regresaron silenciosamente a Alemania antes del colapso del EI. Muchos fueron arrestados, algunos fueron juzgados, muchos están siendo vigilados por las autoridades de seguridad. No supuso una catástrofe. En resumen: un retorno ordenado bajo la mirada de las autoridades de seguridad siempre es mejor que dejar que simplemente las cosas tomen su propio rumbo. Turquía acaba de frustrar la esperanza secreta de que el problema de estas personas, que nadie quiere, se solucione mirando hacia otro lado.

Turquía, durante mucho tiempo, un "hotel para terroristas"

La pretensión de Turquía es básicamente legítima. Alemania también espera que otros Estados se hagan cargo de sus compatriotas, que se han convertido en criminales aquí. Sin embargo, el enfoque de Ankara se caracteriza por el doble rasero. Si Turquía se queja de la carga que supone la manutención de los prisioneros del EI, bien que se le podría responder: ¡Entonces, liberen a los miles de opositores políticos que todavía siguen llenando las prisiones turcas!

Y si Soylu dice que Turquía no es un hotel para terroristas, entonces hay que responderle: lo ha sido durante mucho tiempo. El EI y otros yihadistas pudieron operar sin obstáculos en Turquía durante muchos años, organizando más refuerzos a través de Turquía. Incluso durante la cínica "Operación Primavera de Paz", la ofensiva de Ankara no tuvo ningún problema a la hora de usar las milicias yihadistas como tropas contra los kurdos.

(rmr/rml)

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