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Religión

“Muchas iglesias tienen miedo del liderazgo de las mujeres”

Maricel Drazer
23 de marzo de 2021

Las teologías feministas cuestionan la teología tradicional: “Es patriarcal y excluyente. Y valora un modelo de mujer sometida y obediente”, sostienen.

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Frauen im Kirchenstreik
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Fischer

"Si Dios es hombre, entonces el hombre es Dios”, sentenció, crítica, la teóloga feminista Mary Daly en 1973.

Y también hoy, el pensamiento se encuentra en la base de las teologías feministas alrededor del globo. 

Se trata, sencillamente, "de hablar de Dios desde la realidad de las mujeres”, según afirma en diálogo con DW la reconocida teóloga feminista Elsa Tamez. "Una realidad que es de opresión y discriminación -muchas veces doble o triple- sin son mujeres pobres, indígenas, afrodescendientes o lesbianas”, completa la Dra. Tamez desde Costa Rica.

"Se trata de una teología crítica, situada en contextos específicos”, remarca la teóloga, pionera en el continente y cofundadora de la Red de Teólogas, Pastoras, Activistas y Lideresas cristianas, Tepali.

Las mujeres toman la palabra

"Estamos cansadas de que sean los hombres quienes hablen por nosotras, queremos ser las sujetas de nuestra propia reflexión”, indica, en tanto, la Dra. Marilú Rojas Salazar, desde México.

Maril Rojas Salazar
Marilú Rojas Salazar, teóloga feminista mexicana.Imagen: Privat

Y aclara, previendo posibles malentendidos: "No estamos contra los hombres: estamos enojadas, hartas y llenas de ira contra la violencia, la discriminación, el abuso y la exclusión que se ejerce contra nosotras”, dice sin eufemismos.

"No tenemos ningún problema con que Jesús sea varón, sino con que no haya en la iglesia más varones como Jesús”, agrega. "Y con que los textos bíblicos sirvan para justificar y manipular los discursos de opresión contra nosotras por parte de los hombres de la Iglesia”, puntualiza.

Teologías feministas versus teologías tradicionales

Efectivamente, las teologías feministas tienen un enfoque diametralmente opuesto al de las teologías tradicionales. De hecho, se han constituido como un enfoque alternativo al institucional y más extendido, del que claramente se diferencian.

"La teología tradicional es patriarcal y excluyente. Sus metáforas y su lenguaje son masculinos. Las mujeres son invisibilizadas y subordinadas”, indica Tamez.

"Valoran a las mujeres solo por ejercer roles o estereotipos: madre-esposa-virgen-cuidadora-reproductora-educadora, con un modelo de mujer sometida, obediente, silenciosa y servicial, que reproduce -o por lo menos no cuestiona- el sistema patriarcal”, acota en el mismo sentido Rojas Salazar.

Así las cosas, la relación con las iglesias tradicionales, católicas y protestantes o evangélicas, es más bien problemática.

"Muchas iglesias tienen miedo del liderazgo de las mujeres”, afirma Tamez. Y enmarca: "La teología feminista se ve obligada a deconstruir la teología patriarcal y a proponer nuevos paradigmas, y esto es demasiado atrevido para algunas iglesias y teólogos conservadores”.

Elsa Tamez.
Elsa Tamez, teóloga feminista cofundadora de la Red Tepali´.Imagen: Privat

En el mismo sentido, Rojas Salazar suma múltiples aspectos de conflicto: "Nos descalifican y desprestigian con argumentos fundamentalistas. Nos excluyen de los espacios de enseñanza, aunque tengamos grados académicos más altos que los compañeros varones. Nos pagan menos salario que a los hombres teólogos. Nos demonizan y satanizan. Nos ven como un peligro para sus ejercicios de poder”.  

¿Quiere decir entonces que se trata de un movimiento de mujeres y para mujeres? La respuesta es no. "Es una teología para varones y mujeres preocupades por la violencia contra las mujeres y el feminicido, a veces causado por una teología patriarcal”, indica Tamez.

Así pues, son mujeres, son feministas, son teólogas, y son cada vez más en el continente. Tienen representación en todos los países de la región, dan charlas, conferencias, seminarios, continúan formándose y ejerciendo su fe, sin pedir permiso para ello.

Y reclaman para sí su espacio propio dentro de las estructuras eclesiales: "Las mujeres feministas creyentes no estamos dispuestas a ser extrañas en nuestra propia casa, que es la Iglesia. Los hombres se han adueñado de ella, pero no les pertenece”, sostiene Rojas Salazar.