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Talibanes: China mantendrá su embajada en Afganistán

3 de septiembre de 2021

El portavoz talibán, Suhail Shaheen, informó que el gigante asiático además aumentará su ayuda a Afganistán.

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Afghanistan Taliban Suhail Shaheen, Sprecher der afghanischen Taliban
Imagen: Alexander Zemlianichenko/AP Photo/picture alliance

Un portavoz de los talibanes indicó este viernes (03.09.2021)  que China prometió mantener abierta su embajada en Afganistán y aumentar su ayuda al país, devastado por décadas de conflicto.

Abdul Salam Hanafi, miembro del buró político del grupo islamista en Doha, en Catar, "sostuvo conversaciones con Wu Jianghao, ministro adjunto de Relaciones Exteriores de la República Popular de China", anunció en Twitter el portavoz, Suhail Shaheen.

"El ministro adjunto chino aseguró que mantendrán su embajada en Kabul, y que nuestras relaciones mejorarán. (...) China continuará y aumentará su ayuda humanitaria, en particular para el tratamiento de COVID-19", agregó. 

 El gobierno chino no confirmó inmediatamente el anuncio. La mayoría de los países abordan con cautela el establecimiento de relaciones con los talibanes, que se preparan para dejar atrás la lucha insurgente para asumir el mando del país. 

China aún no reconoce al nuevo régimen talibán

Por contra, China, que repetidamente ha criticado lo que considera una apresurada y mal planificada retirada de Estados Unidos de Afganistán, se ha mostrado dispuesta a entablar relaciones "amistosas y cooperativas" con el nuevo régimen.

Su embajada en Kabul sigue operativa a pesar de que el gobierno empezó a evacuar hace meses a sus ciudadanos por motivos de seguridad.

Pero las autoridades chinas no reconocieron todavía al nuevo régimen talibán y están alerta ante un eventual apoyo de este movimiento a los separatistas de la minoría musulmana uigur en la región de Xinjiang, donde se encuentra precisamente el único tramo de frontera entre ambos países.

China entiende que una administración estable y cooperativa en Kabul allanaría el camino a la expansión de su gran proyecto de desarrollo de infraestructuras internacionales, opinan los analistas.

Para el movimiento islamista, el gigante asiático puede ser una fuente crucial de apoyo económico y de inversiones.

Además, empresas chinas tienen la vista puesta en las grandes minas de cobre y litio de Afganistán, aunque los expertos aseguran que una inversión inmediata es poco probable dada la frágil situación de seguridad.

mg (afp, Reuters)