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Suiza: adiós a los evasores de impuestos

24 de agosto de 2010

Las entidades financieras Sarasin y Credit Suisse anunciaron que en pocos meses se deslastrarían del dinero depositado en sus arcas por evasores de impuestos. ¿Borrón y cuenta nueva o una mera estrategia publicitaria?

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En Suiza, los evasores de impuestos eran un buen negocio, ahora son aves de mal agüero.Imagen: AP

A más tardar en el año 2012, los libros del banco privado Sarasin quedarán libres de toda mancha dejada por el dinero no declarado de algunos de sus clientes. Así lo anunció la entidad financiera suiza, siguiendo el ejemplo de las más grandes del sector, Credit Suisse y UBS; durante el primer semestre de 2010, éstas hicieron pública su intención de deslastrarse del dinero depositado en sus arcas por evasores de impuesto y exigir a sus clientes la expiación de cuanto pecado tributario estuvieran escondiendo.

A los clientes que tengan cuentas pendientes con los ministerios de Hacienda de sus respectivos países se les recomendará hacer una cita con el asesor de impuestos de su preferencia para que, tras confesarse, recuperen la solvencia moral que perdieron a los ojos del Fisco por su codicia. Sin embargo, los expertos anticipan que serán muy pocos los evasores de impuestos que visiten a sus asesores para hacer borrón y cuenta nueva y que el anuncio de estos bancos se quedará en una mera declaración de intenciones.

El que mucho tiene, mucho teme

Quienes tienen mucho que perder suelen tener también mucho miedo, dice el asesor de impuestos Jan Olaf Leisner: “Yo tengo la impresión de que un gran número de personas sigue viendo con escepticismo y temiéndole al acto de ‘entregarse’ o denunciarse a sí mismos porque les da pánico perder sus inversiones”. De hecho, la presión internacional ejercida sobre las entidades financieras suizas y su confidencialidad bancaria no parecen haber dejado huella alguna en los Alpes.

Credit Suisse will Kredite an deutschen Mittelstand steigern
Durante el primer semestre de 2010, Credit Suisse y UBS hicieron pública su intención de deslastrarse del dinero depositado en sus arcas por evasores de impuesto.Imagen: picture-alliance/dpa

Ni siquiera el CD con datos bancarios robados que está siendo analizado por los centinelas de las finanzas alemanas es capaz de atizar la inseguridad de los evasores de impuestos y el gran éxodo de clientes que se previó con angustia en Suiza nunca se produjo. Al contrario, debido a la crisis del euro, el mercado financiero suizo goza de una popularidad considerable: el banco Sarasin, por ejemplo, recibió 6.000 millones de francos por concepto de nuevas inversiones.

Suiza ofrece más que confidencialidad bancaria

Según el experto en materia bancaria Manuel Ammann, de la universidad suiza de St. Gallen, eso prueba que la competitividad del mercado financiero helvético no depende solamente de aquello que era visto como su única ventaja comparativa: la confidencialidad bancaria. “En los últimos meses ha quedado demostrado que otros factores, como la fortaleza de la moneda, la seguridad política, la solidez de las finanzas estatales, también pueden ser factores de competitividad que atraen dinero del extranjero”, asegura Ammann.

Suiza va a colaborar con los ministerios de Hacienda para ponerle el guante encima a los evasores de impuestos y obligarlos a enrumbarse por la senda de la legalidad, pero rechaza de plano el intercambio automatizado de información exigido por la Unión Europea (UE). Las autoridades tributarias deberán dar señas concretas y motivos de sospecha razonables, de otra manera los suizos no ofrecerán ayuda alguna.

Nuevos estándares

UBS Zentrale Zürich
Suiza sigue rechazando de plano el intercambio automatizado de información exigido por la Unión Europea.Imagen: picture-alliance/ dpa

Sin embargo, los bancos suizos han aumentado sus estándares de seguridad para que sus trabajadores no puedan copiar datos bancarios con tanta facilidad como en el pasado. De ahí que muchos evasores de impuestos empiecen a sentirse más o menos seguros nuevamente y esa es la razón por la que pocos de ellos visitarán a sus respectivos asesores de impuestos. ¿Para qué? Si su dinero ha estado en esas arcas durante diez o veinte años y no han tenido nada que lamentar, pueden pasar otros diez o veinte más.

Leisner dice que al final es posible que dos tercios de los evasores se entregue para limpiar su historial. Ammann está convencido de que pasará mucho tiempo antes de que el “dinero sucio” que está depositado en Suiza recupere su brillo inmaculado, pero no le queda duda de que los días de hacer negocio con base en dinero no declarado se acabaron. Por lo menos en los Alpes.

Autor: Pascal Lechler / ERC
Editor: José Ospina Valencia