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Singapur condena a joven por incitar al odio religioso

29 de septiembre de 2016

La sentencia fue duramente criticada por HRW, que considera que con esto se vulnera el derecho de expresión.

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Singapur Blogger Amos Yee
Imagen: GettyImages/AFP/R.Rahman

Un tribunal singapurés condenó hoy (29.09.2016) al bloguero Amos Yee, de 17 años, a un mes y medio de cárcel por incitar al odio religioso en las redes sociales. Yee también tendrá que pagar 1.460 dólares como parte del castigo.

El joven se declaró culpable de publicar mensajes ofensivos contra el cristianismo y el islam en las redes sociales Facebook y Youtube. El abogado de Yee, N. Kanagavijavan dijo que su defendido ya admitió su culpabilidad y ha mostrado arrepentimiento por haber ofendido a cristianos y musulmanes. Yee, que aún arriesga una condena de tres años de presidio, pidió perdón al salir de la corte.

El fiscal adjunto, Hon Yi, afirmó por su parte que el adolescente, que ya fue condenado por injurias el año pasado, atacó los sentimientos religiosos para ganar atención y agregó que, aunque es joven, es lo suficientemente maduro para ser responsable de sus actos.

Sentencia cuestionada

La ONG Human Righs Watch (HRW) ha criticado la decisión de la justicia de Singapur por considerar que vulnera el derecho de expresión. "Juzgando a Amos Yee por sus comentarios, no importa lo escandalosos que parezcan, Singapur persigue una estrategia que claramente viola el derecho de expresión”, indicó en un comunicado Phil Robertson, subdirector de HRW para Asia.

En el mismo enfoque, Amnistía Internacional ha solicitado a al país asiático que derogue o modifique las disposiciones legales que penalizan la disidencia pacífica, además de poner fin a la intimidación y el acoso a los bloggers y otros críticos del país.

A su corta edad, Yee ya es un conocido por la justicia singapurese que en 2015 le sentenció a cuatro semanas de cárcel por ridiculizar en un vídeo al ex primer ministro considerado padre de la moderna Singapur, Lee Kuan Yew, fallecido ese mismo año. La condena, no obstante, no se hizo efectiva ya que el joven, que por entonces tenía 16 años, estuvo encerrado durante 53 días antes del juicio en el penitenciario Changi y posteriormente fue enviado dos semanas, por recomendación médica, a un instituto de salud mental.
 

MN (efe, Reuters)