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Refugiados sirios atrapados en el “Guantánamo español”

Guy Hedgecoe (JC/PK)10 de noviembre de 2015

La ciudad española de Melilla, en la costa norte de África, ofrece a los refugiados sirios una alternativa para entrar a Europa. Los recursos, sin embargo, tienen que repartirse entre los recién llegados.

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Spanien syrische Flüchtlinge in Melilla
Imagen: DW/G. Hedgecoe

Hace casi un año, Asif Duwara dejó su hogar en Sweida, en el suroeste de Siria. Aunque la guerra aún no había llegado a su ciudad, estaba cada vez más cerca y temía por su seguridad. Viajando por tierra, el joven de 23 años de edad llegó primero a Argelia y luego, gracias a la ayuda de los traficantes de personas, a Nador, en el norte de Marruecos. Allí compró un pasaporte marroquí y cruzó la frontera entre Marruecos y Melilla, una ciudad española en la costa del norte de África. Aunque técnicamente ahora se encuentra en Europa, sus planes pasan por seguir viajando hacia el norte.

“Quiero estudiar en Alemania”, dijo a DW. “Mi hermano está ahí y queremos traer a toda la familia de Siria a Alemania”.

Asif es uno de los miles de sirios que han huido del conflicto en su país y han elegido esta tortuosa vía terrestre para llegar a Europa. Pero, a diferencia de los refugiados que toman una ruta más directa a través del Mediterráneo, la llegada de los sirios a Melilla está mucho más controlada.

Según las estimaciones, de media llegan entre 20 y 40 personas diariamente a la ciudad. A pesar de que hay días que varían esas cantidades. Trabajadores de ONG españolas que ayudan a los refugiados en la ciudad aseguran que la policía marroquí controla el flujo. Las autoridades españolas, entonces, están obligadas a dejarlos entrar en calidad de refugiados.

Spanien Ankunft Flüchtlinge aus Marokko
Hace un mes, las autoridades españolas rescataron a 188 refugiados procedentes de Marruecos.Imagen: picture-alliance/dpa/C. Barba

Marruecos controla el flujo

“España ha llegado a un acuerdo fronterizo no oficial con Marruecos sobre la cuestión de los refugiados -que no está escrito, porque sería ilegal - y se ha establecido una cuota de llegadas”, dice José Palazón, de la ONG Prodein.

“Marruecos controla el flujo. Se seleccionan 20 o 30 (sirios) cada día, dependiendo de la cantidad que los sirios puedan pagar”.

Palazón dice que los sirios que no pueden obtener un pasaporte extranjero tienen que pagar hasta 3.000 euros a la policía marroquí para cruzar a Melilla.

El partido político Podemos - aliado del griego Syriza- ha criticado el manejo de la situación por parte del gobierno español. En octubre, varios miembros de alto rango del partido visitaron la ciudad y el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), donde permanecen muchos refugiados.

El “Guantánamo español”

“La situación está completamente parada, falta previsión y faltan recursos”, dice Miguel Urbano, europarlamentario de Podemos, quein ha descrito Melilla como el “Guantánamo español”. “No es culpa de los que trabajan en el centro, ellos hacen lo que pueden. La culpa es del Gobierno, que no está ofreciendo los recursos necesarios”.

Señala el hecho de que el centro, que está a las afueras de Melilla, fue construido para 480 migrantes aunque actualmente alberga a casi 2.000. Los periodistas no tienen permitida la entrada al centro. Algunos refugiados, sin embargo, dicen que viven apretados y que las instalaciones, en ocasiones, están sucias, a pesar de los esfuerzos de los trabajadores.

“Es muy difícil aquí, hay mucha gente y muchos problemas”, dice un hombre sirio de 60 años que ha estado viviendo en el centro con su esposa y sus dos hijos desde que llegara procedente de Marruecos hace dos semanas. “En Europa no hay ninguna guerra. Si vienes aquí, hay comida, un lugar para dormir y no hay ningún problema”, añade.

Spanien syrische Flüchtlinge in Melilla
Miguel Urbano: “La situación está completamente parada, faltan previsión y recursos”Imagen: DW/G. Hedgecoe

Atrapados en Melilla

Los que llegan a Melilla normalmente pasan dos o tres meses allí, antes de ser llevados a la España peninsular y de recibir una “tarjeta roja”, que les permite viajar libremente por el país. Mientras tanto, se les requisa el pasaporte y se revisa su situación jurídica, un proceso que puede tomar 18 meses o más.

Para muchos sirios, la novedad de llegar a Europa se desvanece después de pasar varias semanas en Melilla esperando a que su papeleo sea procesado. “Melilla no es un buen lugar para quedarse”, dice otro hombre, que no quiere que su nombre sea publicado y que ha estado en la ciudad durante varias semanas con su esposa e hijo. Dice que no se siente seguro y que la noche anterior algunos hombres marroquíes trataron de asaltarlo. Aunque está decidido a no juzgar a España por lo que ocurre en este enclave en el norte de África.

“Mucha gente (aquí) tiene una mala idea de España”, dijo a DW. A diferencia de muchos de sus compatriotas, él no tiene la intención de ir a otros lugares de Europa. Por lo menos todavía.