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Recrudece el conflicto político-religioso en Filipinas

15 de septiembre de 2013

Fuerzas Armadas de Filipinas reiniciaron ofensiva contra el Frente Nacional de Liberación Moro (FNLM) en el sur del país este domingo (15.9.2013), tras el fracaso de las negociaciones que debían conducir a una tregua.

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Los soldados filipinos entraron a la ciudad portuaria de Zamboanga para expulsar de ella al FNLM.
Los soldados filipinos entraron a la ciudad portuaria de Zamboanga para expulsar de ella al FNLM.Imagen: Reuters

Tras el fracaso de las negociaciones que debían conducir a un armisticio, las Fuerzas Armadas de Filipinas reiniciaron la ofensiva contra el Frente Nacional de Liberación Moro (FNLM) en el sur del país este domingo (15.9.2013). Los moros, de confesión musulmana, constituyen el grupo no cristiano más grande del Estado asiático; ellos representan el 5 por ciento de la población. El político moro Nur Misuari fundó el grupo separatista en 1969 para obtener la autonomía de Bangsamoro, la región de Filipinas en donde vive la mayoría de los moros.

Los soldados filipinos lograron entrar a la ciudad portuaria de Zamboanga para expulsar de ella a los rebeldes. El FNLM había tomado este poblado el 9 de septiembre. El suceso generó un intenso enfrentamiento armado en el que sesenta personas perdieron la vida y otras setenta resultaron heridas. Los combates más recientes se concentraron en dos vecindarios de Zamboanga, poco después de que el vicepresidente de Filipinas, Jejomar Binay, y el líder de los rebeldes, Nur Misuari, dieran por abortada la búsqueda de una tregua este sábado (14.9.2013).

Casi 70.000 personas abandonaron la ciudad por causa de la violencia.
Casi 70.000 personas abandonaron la ciudad por causa de la violencia.Imagen: Reuters

Compromisos incumplidos

El agravamiento de este conflicto interno queda patente en barrios de Zamboanga como el de Santa Bárbara, en donde algunos edificios han quedado reducidos a escombros. Durante las refriegas, los combatientes del FNLM tomaron más de un centenar de rehenes, aunque las autoridades locales informaron que sólo siete personas permanecían en su poder este domingo (15.9.2013). Casi 70.000 personas abandonaron la ciudad por causa de la violencia. “Esperamos que ellos puedan regresar a sus hogares la próxima semana”, dijo la ministra de Asuntos Sociales, Corazon Soliman.

El Frente Nacional de Liberación Moro lucha desde la década de los setenta por que el sur musulmán se independice de Filipinas, que es un país mayoritariamente católico. Misuari, líder de los moros, acusa al Gobierno central de haber incumplido los compromisos descritos en el tratado de paz de 1996. En ese documento, el FNLM había renunciado a su solicitud de independencia para el sur de Filipinas, a cambio de mayor autonomía para esa región. En agosto de este año, Misuari volvió a exigir la independencia del sur de Filipinas para fundar un Estado islámico.

ERC ( dpa / AFP )