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¿Qué pasará en Alemania si Putin cierra el grifo del gas?

Jens Thurau
14 de julio de 2022

El presidente de Rusia ya no garantiza continuar con el suministro de gas a Europa. Los ciudadanos de Alemania tienen que prepararse para tiempos difíciles.

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Deutschland | Rohre Gaspipeline | Nord Stream 2
Imagen: Jens Buettner/AP Photo/picture alliance

Poco a poco la situación del abastecimiento de gas en Alemania se está poniendo más seria: Este miércoles, 13 de julio, la compañía de gas rusa Gazprom anunció que no garantiza que el suministro de gas se retome después de las obras de mantenimiento del gasoducto Nord Stream , que comenzaron esta semana y durarán hasta el 21 de julio. El gasoducto transporta el gas desde Rusia a través del Mar Báltico directamente a Alemania.

Gazprom alega que falta una importante turbina necesaria para el funcionamiento del gasoducto, que se envió a Canadá para trabajos de mantenimiento y no habría sido retornada a la compañía. Recientemente Rusia había ido recortando el suministro del gas hasta exportar el 40 por ciento de la cantidad habitual.

Trabajos de mantenimiento con resultado incierto

El gas procedente de Rusia es crucial para el abastecimiento de energía, especialmente para la industria y los hogares alemanes, de los cuales la mitad usan calefacciones de gas. En otras palabras: el presidente ruso está utilizando el suministro de gas como arma política. Al menos esto es lo que han subrayado en repetidas ocasiones el ministro alemán de Economía, Robert Habeck (Verdes) y el canciller Olaf Scholz (Partido Socialdemócrata). En la emisora de televisión alemana RTL, Habeck admitió: "Tendría que mentir si dijera que no temo [este escenario]". Alemania depende del gas ruso, por mucho que el gobierno haya tomado medidas para reducir esta dependencia.

El ministro de Economía de Alemania, Robert Habeck (izquierda) sentado junto al canciller de Alemania Olaf Scholz en el parlamento mientras leen un acta.
El ministro de Economía de Alemania, Robert Habeck (izquierda) junto al canciller de Alemania Olaf Scholz.Imagen: Bernd Elmenthaler/IMAGO

La Agencia Federal de Redes es un organismo gubernamental responsable de distribuir el gas en Alemania. Su presidente, el político verde Klaus Müller, enfatiza que mantener el abastecimiento de los hogares es la máxima prioridad. Ante la organización de medios Red de Redacciones de Alemania afirmó: "La situación jurídica alemana y europea prevé la protección de los hogares hasta el final". Sin embargo, el ministro de Economía ha puesto en duda esta declaración. Habeck ha cuestionado el plan de priorizar a los consumidores frente a los clientes industriales en caso de una interrupción total del suministro de gas por las consecuencias económicas que esto podría tener. 

Dramático aumento del precio de la gasolina

Todo esto demuestra que los nervios están a flor de piel. El presidente de la Agencia Federal de Redes, Klaus Müller, ha declarado que el costo del gas para los clientes particulares podrían triplicarse en el próximo año: "Quienes reciben ahora la factura de la calefacción, verán que los costos ya se están duplicando. Y esto sin tener en cuenta las consecuencias de la guerra de Ucrania". Clientes que hasta ahora pagaban unos 1.500 euros al año, deben prepararse para pagar facturas de hasta 4.500 euros.

Las deliberaciones de Habeck de reconsiderar la concesión de prioridad a los usuarios privados para que la economía no sufra demasiados daños, fueron recibidas con fuertes críticas. La presidenta de la asociación social VDK, Verena Bentele, declaró a la prensa que sobre todo las familias con niños pequeños, las personas con discapacidad, así como los ancianos, los enfermos crónicos y las personas necesitadas de cuidados, dependen de un suministro seguro de gas.

No hay suficiente gas almacenado

El gas comienza a escasear y a encarecerse en Alemania. Por ley, los depósitos de gas en Alemania deben estar llenos en un 80 por ciento el 1 de octubre y en un 90 por ciento el 1 de noviembre de cada año. Este año, esto seguramente no será así. Ahora mismo el nivel de almacenamiento es de apenas un 65 por ciento, demasiado poco para asegurar el suministro en los meses fríos. Es probable que en un momento el Parlamento tenga que decidir sobre quién puede y quién no puede recibir gas con prioridad.

La Comisión de la Unión Europea cuenta con que Rusia detenga los suministros de gas a Europa por completo antes de que termine el año. Por ello, un proyecto de plan de emergencia prevé que los edificios públicos y comerciales se calienten solo hasta un máximo de 19 grados a partir del otoño boreal. Entre muchas variables inciertas, una cosa es segura: será una época dura y fría para los clientes de gas en Europa.

(ies/ers)