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¿Puede la cultura salvar a Europa?

Sabine Peschel
12 de octubre de 2017

La cultura en Europa tiene muchas tareas: debe procurar espacios de libertad, transmitir la herencia de la Revolución Francesa, y mantener los logros alcanzados. ¿Será capaz de hacerlo?

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Imagen: picture-alliance/dpa/F. Sommer

Europa es uno de los temas preponderantes del momento, y también en la Feria Internacional del Libro de Fráncfort (Buchmesse). El diagnóstico de partida: Europa se encuentra bastante mal. Parece sumida en crisis permanentes: de los bancos, del euro, de los refugiados, de la pérdida de confianza en la política, del brexit, del nacionalismo de derecha, del separatismo, etcétera.

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Al mismo tiempo se percibe una euforia por Europa, ejercida por cada vez más personas. En el discurso inaugural de la Buchmesse, el presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que Alemania y Francia –país invitado de honor este año a la feria- deben ser motor importante para la definición de soluciones. Y agregó: "sin cultura no hay Europa posible."

La cultura como engrudo social

¿Puede la cultura contribuir a reconciliar los intereses nacionales y la lógica de la mutua colaboración europea? O, como dice el título de una mesa de debate sobre el tema: ¿Puede la cultura salvar a Europa? Naturalmente, la pregunta pretende generar polémica. Europa no se encuentra en tan mal estado, dijo uno de los participantes: Andreas Görgen, director de Comunicación y Asuntos Culturales del Ministerio alemán de Asuntos Exteriores. "En Alemania existe una enorme tradición de ver a la cultura como una especie de engrudo que mantiene unida a la sociedad", afirmó.

Andreas Görgen, del Ministerio alemán de AA. EE.
Andreas Görgen, del Ministerio alemán de AA. EE.Imagen: DW/S. Peschel

Si uno mira a Alemania, "quizá la mayor contribución cultural fue el descubrimiento de las piscinas públicas al aire libre en los años setenta. Eran los lugares en los cuales se ejercía la convivencia y las personas eran todas iguales." Vista desde otras perspectivas, la cultura es para Görgen una búsqueda de espacios libres en los cuales el arte y la ciencia presentan alternativas hacia otros mundos posibles, señaló.

La herencia cultural de Europa

El despreciado término "Leitkultur" (cultura predominante) fue abordado por otra participante: Ulrike Guérot, profesora de política europea en la Universidad de Krems y directora de la organización European Democracy Lab, con sede en Berlín. Ella hizo referencia a Theodor Adorno, que en los años cincuenta ya afirmaba que el concepto de cultura predominante llevaba implícitas tendencias profascistas, pues siempre pretendía contraponer a un "nosotros" contra otro. En cambio, la tarea de la cultura debería ser preservar la herencia de la Revolución Francesa, indicó.

Ulrike Guérot, profesora de la Universidad de Krems
Ulrike Guérot, profesora de la Universidad de KremsImagen: Imago/P. Chiussi

"La Primera Guerra Mundial no fue un conflicto entre naciones, sino entre el espíritu propositivo y el espíritu destructivo", agregó. Guérot además citó al pintor expresionista Franz Marc, al hacer referencia a la supuesta traición a dichos ideales, tanto a principios del siglo XX como en la actualidad. Según ella, "la cultura es la capacidad de transmitir solidaridad de una generación a otra. El reto actual consiste en heredar la respuesta de la Europa unificada tras los horrores de Auschwitz ("nunca más la guerra, nunca más el nacionalismo") a una generación que ya no podrá dialogar con los sobrevivientes de aquella época.

"Europa es una gran narración"

Asiem El Difraoui, politólogo egipcio-alemán, economista y autor, puso en primer plano la preservación de los espacios de libertad. "Europa no es más que una gran narración que todos hemos construido, y por eso es importante que mantengamos abierto ese relato", dijo el académico. En la costa sur del Mediterráneo, Europa es vista como una gran potencia artística y cultural, y como espacio libre que ha apoyado a espacios similares en el mundo árabe. Europa, dijo, cumple una gran función como ejemplo a seguir.

Asiem El Difraoui, politólogo egipcio-alemán
Asiem El Difraoui, politólogo egipcio-alemánImagen: Getty Images/H. Foerster

Patria e identidad

Una cuestión que será crucial para la existencia de Europa es el vínculo entre Estados nacionales. Patria e identidad son aspectos centrales en el debate acerca de Europa, mencionó Chris Dercon, director general de la compañía de teatro Berliner Volksbühne. Cada lustro o cada década, estos aspectos deben ser sometidos a nuevos debates, y colmados de contenido. Durante un tiempo, se pensó que el futuro residiría en la combinación entre Europa y las ciudades, de modo que la idea de los estados nacionales quedara mitigada. Pero el tiempo demostró que en esto hay una equivocación.

Quedó abierto a debate qué papel jugará la cultura en la integración de Europa. El hecho de que sean necesarios más fondos para apoyar el aprendizaje de idiomas, el intercambio y, sobre todo, la educación, fue tan solo una idea secundaria en la mesa de debate. Hubo unanimidad entre los participantes, en cuanto a que no podrá hablarse de cultura en Europa, si ésta no refleja al mismo tiempo la libertad, la patria, la identidad y la solidaridad social.

Autora: Sabine Peschel (EL/VT)