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Sociedad

Pueblo español advierte a turistas: "aquí los gallos cantan"

19 de agosto de 2021

Autoridades de Ribadesella han puesto en marcha una campaña de carteles para que la cotidianidad de la vida rural no sorprenda a nadie. Y remata: “Si no puedes soportarlo tal vez no estés en el lugar correcto”.

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Spanien Asturien Ribadesella
Ribadesella en Asturias, EspañaImagen: Oscar Gonzalez/NurPhoto/picture alliance

Algunos turistas llamaron a las autoridades de Ribadesella para quejarse del rebuzno de los burros. Otros para dar aviso del desorden dejado por las vacas.

"La semana pasada una señora nos llamó tres o cuatro veces por un gallo que la despertaba a las 5 de la mañana", explica Ramón Canal, alcalde de Ribadesella (municipio del Principado de Asturias) en el norte de España de unos 5.700 habitantes. "Nos dijo que teníamos que hacer algo".

Ante la situación, los funcionarios se pusieron en marcha con una campaña de carteles en la que se pide a los visitantes que "asuman todos los riesgos" de la vida rural.

"Aquí tenemos campanas de iglesia que suenan con regularidad, gallos que cantan por la mañana temprano y rebaños de ganado que viven cerca y a veces llevan cencerros que también hacen ruido", reza el cartel colocado en los últimos días en el pueblo.

"Si no puedes soportar todo esto, puede que no estés en el lugar adecuado", añade.

Siguen en el ejemplo francés

El objetivo es salvar la brecha, a veces enorme, entre los habitantes de las ciudades y la vida rural, dijo el alcalde a la cadena española Antena 3. "Hay que darse cuenta de que la leche no viene en cartones, viene de las vacas, y que hay que alimentarlas y mantenerlas".

La idea de los carteles surgió en un pueblo del sur de Francia, dijo el primer teniente de alcalde de Ribadesella, Luis Sánchez.

Sánchez explica que esta iniciativa surgió al ver el cartel con el que Saint-André-de-Valborgne, un pueblo de la región francesa de Occitania de apenas 400 habitantes, saluda y pide respeto por su ruralidad a los visitantes. Una localidad en la que pasó lo mismo que en Ribadesella y probablemente que en cualquier pueblo en el que la vida cotidiana, la normalidad de todos los días, de repente se ve en cierto modo alterada por veraneantes o vecinos de segundas residencias que pretenden, por ejemplo, que los sonidos de una aldea se adapten a sus horarios.

En el pueblo francés, el cartel está colocado desde hace dos años como respuesta a las continuas quejas de los veraneantes por los sonidos del campo.

En Ribadesella, las quejas se limitaron a un número muy reducido de turistas, dijo Sánchez. Pero las autoridades aprovecharon la oportunidad para dejar claro a los residentes cuál era su postura al respecto. "Oír el canto de un gallo por la noche es normal", dijo Sánchez al periódico La Voz de Asturias. "Si vienes a un hotel rural, tienes que ser consciente de que esto es el día a día en los pueblos".

El cartel no se limita a advertir a los turistas. Para aquellos que estén dispuestos a abrazar a las ovejas vagabundas y al canto de los gallos, el cartel de Ribadesella les da una cordial bienvenida. "Si por el contrario eres uno de los privilegiados que puede soportar todo esto, disfrutarás del maravilloso entorno y de los excelentes productos elaborados por nuestros fantásticos agricultores, ganaderos o artesanos", añade. "¡Disfruta de Ribadesella!"

ee (The Guardian / La Voz de Asturias)