Primero los hijos, después la(s) esposa(s)

Se trata sobre todo de repartir el dinero acorde a un orden que establezca quién lo necesita más. Los menores nacidos de un matrimonio no son los únicos con derecho a la manutención, luego del divorcio de sus padres. Aquel cónyuge obligado a pagar los alimentos, por lo general el padre, debe repartir su dinero entre los hijos, el ex cónyuge y eventualmente una nueva pareja. En la gran mayoría de los casos el dinero disponible no alcanza para alimentar a tantas bocas. Esto ha tenido por consecuencia que un gran número de menores de edad se vean obligados a vivir de la ayuda social, otorgada por el Estado alemán. A finales del año 2004 había 1,12 millones de niños en esta precaria situación, lo cual conforma el 38,4 por ciento del total de los subsidiados por el Estado.

Zypries espera que esta reforma logre reducir notablemente el número de menores subsidiados. Ella argumenta que los niños deben ser los primeros en ser mantenidos, ya que un niño no puede bajo ninguna circunstancia ser responsable de su manutención, en cambio un adulto sí.

Lo más seguro es tener hijos o un matrimonio duradero

Si una vez completados estos pagos a los menores y luego de restar la suma que el deudor puede guardar para sí, aún sobra dinero, éste sería repartido entre el o los cónyuges. Por ejemplo: Un hombre se divorcia luego de 20 años de matrimonio de su mujer, ama de casa, con la cual tiene dos hijos adultos y se casa con otra mujer, con la cual tiene dos hijos más. El podrá conservar una pequeña cantidad de dinero para sí mismo, deberá pagar la manutención de sus cuatro hijos y lo que sobre será repartido entre las dos mujeres. La esposa actual tiene derecho a ser mantenida por educar a los hijos menores y la ex esposa por haber llevado un matrimonio de larga duración.

Que las mujeres retomen su profesión

Según Zypries la reforma apunta a proteger sobre todo a los niños, pero también se muestra solidaria con los matrimonios que duraron varios años. Las perdedoras de esta reforma son las divorciadas sin hijos, que estuvieron casadas poco tiempo. En los últimos tiempos ha aumentado el número de divorcios en los primeros años del matrimonio. Gracias a esta reforma los juzgados podrán limitar el monto de los alimentos a ser pagados por el deudor, así como el plazo durante el cual deberá ser mantenido un ex cónyuge. De este modo se espera lograr que sobre todo las mujeres divorciadas retomen su profesión. Hasta ahora resultaba - en muchos casos - más atractivo ser mantenida por el ex marido, que salir a buscar un trabajo, ya que los montos a pagar se fijaban acorde al estándar de vida, que había llevado el matrimonio. Pero esto también cambiaría a partir de esta reforma. El antiguo estándar de vida será sólo uno entre varios criterios a tener en cuenta.

La propuesta de reforma también prevé que una renuncia al pago de alimentos sólo será efectiva si es testimoniada notarialmente. Además se introducirá un monto mínimo general para la manutención de menores. Brigitte Zypries espera alcanzar así su objetivo de “simplificar el derecho de manutención”.