Primer ministro búlgaro anuncia su dimisión
14 de noviembre de 2016
El triunfo del exgeneral Rumen Radev en la segunda vuelta de los comicios presidenciales celebrados este domingo (13.11.2016) en Bulgaria ha hecho caer al Gobierno de centroderecha. Apenas dos horas después del cierre de los centros electorales, el primer ministro, Boyko Borisov, apareció en televisión para anunciar que dimitiría esta semana, tal como había advertido que lo haría si Tsetska Tsacheva –la candidata de su partido, Ciudadanos para el Desarrollo Europeo de Bulgaria (GERB)– no ganaba en las urnas. El actual presidente, Rossen Plevneliev, severo crítico de la política exterior rusa, se negó a optar por la reelección. Radev, su sucesor, iniciará su mandato el 22 de enero de 2017.
Horas antes, después de votar, Borisov había reiterado que no estaba dispuesto a trabajar con un presidente que no fuera Tsacheva. "Mañana (14.11.2016) o pasado mañana (15.11.2016) presentaremos la dimisión de este Gobierno ante el Parlamento”, señaló Borisov en una alocución televisada. Cuando se cumple la mitad de su mandato, la popularidad de Borisov cae en picada por el descontento de la población ante la débil economía –Bulgaria es el país más pobre de la Unión Europea– y el auge de la corrupción política y judicial. Con una participación cercana al 48 por ciento de los electores registrados, Tsacheva, que quedó segunda en la primera vuelta (6.11.2016), alcanzó un 36 por ciento, según varias encuestadoras.
Radev, un afamado piloto de 53 años de edad que llegó a comandar las Fuerzas Aéreas búlgaras, obtuvo el 58 por ciento. Radev carece de experiencia política, pero, como viene ocurriendo alrededor del mundo, él hizo de esa debilidad una virtud: durante la campaña electoral se promovió como una persona ajena al ámbito de la política y los partidos. A Radev se le atribuyen simpatías prorrusas. El militar ha pedido que se levanten de las medidas punitivas impuestas por la Unión Europea sobre Rusia debido a la anexión de Crimea. "La realidad demuestra que sobre la península se está agitando la bandera rusa y debemos aceptar ese hecho”, ha dicho Radev, subrayando que las sanciones perjudican a la economía búlgara, muy dependiente de Rusia.
Los analistas auguran un período de incertidumbre en Bulgaria porque, ante este reajuste de fuerzas políticas, se deberá convocar a elecciones legislativas anticipadas. Además, no está claro el rumbo que Radev quiere imprimirle al país. Durante un lustro, Rumen Radev será presidente de Bulgaria –un cargo con funciones meramente representativas –; el quinto después del desmontaje del comunismo en 1989 y el segundo tras la entrada del país en la Unión Europea en 2007. Bulgaria asumirá la presidencia rotativa del bloque comunitario el 1 de enero de 2018.
ERC ( EFE / dpa )